PsicoEducativa: reflexiones y propuestas

Vol. 5, Núm. 8, 2018


Violencia familiar como factor de riesgo en el acoso escolar durante la adolescencia

Alejandra Fernández de Lara López (*) fernandezdelaraalejandra160@gmail.com
Verónica Daniela García Martínez (*) danielagciamtz@gmail.com
Salma Lyssetee Hernández Rodríguez (*) lyssetee@gmail.com
Angélica de Jesús López Arguello (*) angieloarg4@gmail.com

*Estudiante de la carrera de Psicología de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, UNAM

Cómo citar este texto: Fernández de Lara, A., García, V. D., Hernández, S. L. y López, A. J. (2018). Violencia familiar como factor de riesgo en el acoso escolar durante la adolescencia. PsicoEducativa: reflexiones y propuestas, 5 (8), 12-24.

RESUMEN

Se realizó una investigación donde el tema a indagar fue ¿de qué manera la violencia intrafamiliar puede propiciar la práctica de Bullying durante la adolescencia? Se trabajó con 20 alumnos con edades de entre los 14 y 15 años, que cursan el tercer año de secundaria, los instrumentos se aplicaron en 4 secundarias diferentes con 5 alumnos en cada una sin distinción de género. Para evaluar Violencia intrafamiliar se utilizó el instrumento Children’s Exposure to Domestic Violence Scale – CEDVS (Edleson, Johnson & Shin, 2007) y para evaluar Bullying se utilizó el cuestionario llamado “Así nos llevamos en la escuela”. Como resultados generales se encontró que la violencia intrafamiliar es una variable que ejerce efecto sobre el bullying que los adolescentes ejercen dentro de las escuelas, ya que son conductas que aprenden en casa y reproducen en otros contextos. Más de la mitad de los participantes sufre o ejerce dicha violencia.

Palabras clave: Violencia intrafamiliar, Bullying, Adolescencia, Víctima, Agresor.

ABSTRACT

We examined in this investigation how the violence in the family could be a factor to promote the bullying behavior during adolescence. We worked with 20 students with ages between 14 and 15 years, in the third year of high school, the instruments were applied in 4 different schools with 5 students in each one without distinction between the sex. We made the evaluation about intrafamily violence with the instrument “Scale of infantile exposure to domestic violence” - CEDVS (Edleson, Johnson & Shin, 2007), and the other one were used to evaluate Bullying, the questionnaire called "Así nos llevamos en la escuela". As a general result, we found that intrafamily violence is a variable that exerts an effect on the adolescents that have consequences in the behavior, and this would result in bullying in the schools, we found that more than the half of the guys suffer or exert such violence, because they saw before in home or with his parents so they learned the behavior and applied in other contexts.

Keywords: Intrafamily Violence, Bullying, Adolescence, Victim, Agressor.

1. INTRODUCCIÓN

Problemática general

Tal y como lo mencionan Fantuzo y Mohr (1999) mencionan que la violencia intrafamiliar en un inicio se practicaba únicamente contra la pareja íntima, y que en este caso, los niños y niñas fungían como observadores o testigos de dicha violencia, sin embargo, con el paso de los años ya se habla de un contacto directo con la violencia.

Las casas donde se vive dicha violencia se encuentran entre los factores de mayor riesgo para el desarrollo de comportamientos antisociales. La intimidación (bullying) está asociada con la violencia dentro de la familia, los niños que intimidan a otros o que son víctimas en la escuela tienen padres que tienden a ser violentos entre sí, esto se puede demostrar, al comparar a los niños que se exponen a la violencia doméstica, con niños de hogares no violentos, se puede encontrar que los primeros experimentan algunas características que los diferencian de los segundos, como: comportamiento agresivo y problemático, depresión, ansiedad y baja autoestima, bajo rendimiento intelectual y académico, bajo desarrollo social y malas condiciones de salud.

Tocai y Chipea (2015) dice que la conducta de intimidación, es subconjunto de la agresión, donde se da la afirmación del poder mediante esta. Este fenómeno puede ser iniciado por un perpetrador o un grupo de personas, involucrando relaciones de poder desiguales, donde la víctima no tiene los recursos (físicos, psicológicos y sociales) para defenderse, sin embargo, debemos tomar en cuenta que un individuo no solo puede tomar el papel de la víctima o victimario, pues cada uno puede ejercer ambas en un momentos dados. (Joffre, García, Saldívar, Martínez, Lin, Quintanar, Villasana, 2011).

Por su parte, Baldry, A. (2003) encontró que los niños que viven en hogares donde se violenta físicamente, usan formas más directas de violencia en contra de sus compañeros (dañar, golpear o arrojar objetos), mientras que los expuestos a la violencia verbal, se conducen a tipos más indirectos de intimidación (rumores, poner apodos, etc.). La autora también hace una distinción por género, ya que las niñas que están expuestas a la violencia del padre contra la madre son más propensas a internalizar las situaciones y por ende a presentar comportamiento más encausados a ser victimizadas en la escuela, mientras que los niños expuestos a la misma situación son más propensos a intimidar a los demás. Sin embargo, en el estudio realizado por González (2015) en población mexicana se observó que tanto niñas como niños participan de igual forma en el acoso hacia sus compañeros, además de que son los varones los que están más involucrados en acoso pasivo (víctimas del acoso) así como en presenciar y ser testigos del acoso hacia otros.

La intimidación o bullying en nuestro país es un problema muy presente ya que para el 2015 México ocupaba el primer lugar internacional en acoso escolar (bullying) y se habían registrado 18 millones 781 mil 875 casos lo cual es una cantidad alarmante ya que se contaba con 26 millones de alumnos en el país, estos valores se asociaron también con el crecimiento de los suicidios de los estudiantes de entre 10 y 13 años de edad pues se tenía registro de que uno de cada 6 suicidios se deben al acoso escolar (García, 2015). Autores como González (2015), Joffre, et al.(2011) y Bowes, Arseneault, Maughan, Taylor, Caspi, & Moffitt, (2009), hacen referencia a que muchos de los trabajos que se hacen respecto al bullying son enfocados al contexto escolar sin tomar en cuenta otros factores que juegan un papel decisivo al momento de ejercer esta práctica, uno de esos factores que intervienen son el contexto familiar y sus interacciones, es de suma importancia tomar en cuenta este factor ya que esto puede ayudar a generar planes de intervención fuera de la escuela y dentro de la misma que permitan prevenir este tipo de actos violentos entre los alumnos y así mismo resultados tan fatídicos como el abandono escolar o el suicidio.

Problemática específica

Gómez, Lupiani, Bernalte, Miret, Lupiani y Barreto (2005) nos mencionan que la violencia va más allá de ser una forma agresiva de solucionar un conflicto. Para ejercerla no es necesario que exista un conflicto previo entre las partes, puede que antes no se conociesen. Por otro lado, suele ser unidireccional y conllevar una relación desequilibrada entre las partes, en la que las fuerzas son desiguales entre el agresor y la víctima, a favor del agresor.

Al hablar de violencia se pueden abarcar diversos aspectos, sin embargo, nos centraremos en hablar de la violencia doméstica que puede conllevar entre otras cosas a desencadenar violencia escolar, o como bien se conoce, el bullying. Dicho lo anterior, García (2008) menciona que la interacción de la familia y la interacción escolar no son escenarios de socialización aislados, y por lo tanto los conflictos que se generen en uno de estos escenarios está íntimamente relacionado con el otro.

La violencia doméstica es un problema significativo para aquellos cuya vida se ve afectada. Las formas más frecuentes de violencia doméstica son psicológicas y abuso emocional y estos son a menudo imposibles de medir y difíciles de probar. Con el paso de los años, se ha ido demostrando un poco más que los niños presencian y experimentan dicha violencia con todos sus sentidos.

Overlien y Hydén (2009) explican que “la violencia doméstica no es algo que los niños "presencien" de forma pasiva o desde la distancia. Los niños o adolescentes que experimentan la violencia en sus hogares la experimenta con todos sus sentidos. Lo oyen, lo ven y viven las secuelas”; en un estudio realizado con adolescentes de 12 a 15 años, se encontró que estos siempre hacen algo como respuesta a la violencia. Algunas acciones como: leer en voz alta la música, llamar a la policía e incluso temer son formas que tiene la persona para decir; "No voy a aceptar esto", "No quiero esto en mi vida". En sus historias sobre episodios violentos en curso, la mayoría de las acciones comunes era distanciarse emocionalmente de la violencia. Sin embargo, en todo momento se oponen a la violencia.

Devaney (2015) nos dice que la investigación no indica que la edad de un niño sea significativa con respecto a si están más o menos afectados por su exposición a la violencia doméstica. Por ejemplo, bebés que viven con violencia doméstica parecen estar sujetos a niveles más altos de mala salud, malos hábitos de sueño y gritos excesivos, junto con patrones de apego interrumpidos. Los niños en edad preescolar tienden a ser el grupo de edad que muestran más trastornos del comportamiento tales como orinarse en la cama, trastornos del sueño y dificultades para comer, así mismo son particularmente vulnerables a culparse por la violencia adulta. Los niños mayores son más propensos a mostrar los efectos de la interrupción en sus vidas a través del bajo rendimiento en la escuela, redes sociales poco desarrolladas, autolesiones, huyendo y participación en el comportamiento antisocial.

Por otro lado, Hong y Espelage (2012) mencionan que algunas de las causas por las cuales se detona el bullying son las influencias negativas de los padres que se viven dentro del hogar, los jóvenes que están expuestos a la violencia doméstica tienen un mayor riesgo de participar en la intimidación en la escuela, así como de ser víctimas de la intimidación. De igual manera mencionan que la relación entre la violencia familiar y el bullying puede ser explicada por la Teoría del Aprendizaje Social, donde menciona que los niños/jóvenes aprenden comportamientos a través de la observación, los niños pueden llegar a aceptar la intimidación y la agresión como formas legítimas y normales para interactuar con sus pares, esto como resultado de la observación de comportamientos violentos dentro de su propia familia. Ligado a esta teoría, Suárez y Menkes (2006) también hacen referencia a que los jóvenes repiten los patrones de conductas violentas que ellos viven en sus hogares, ya que los padres actúan como un “modelo” de comportamiento para sus hijos.

Holt, Finkelhor y Kantor (2007) mencionan que es necesario identificar las conexiones entre el Bullying y otras formas de victimización, para identificar los efectos de esta, tanto en los agresores como en las víctimas. Además afirman que los jóvenes al experimentar este tipo de victimización en el hogar pueden desarrollar vulnerabilidad, y grandes dificultades a la hora de relacionarse con sus pares y con esto un mayor riesgo para la intimidación escolar. Esto a consecuencia de que los jóvenes que experimentan violencia sufren síntomas relacionados con el Estrés Postraumático, síntomas que incluyen dificultades para la regulación de las emociones y esto desencadena en la inadaptación social en la escuela, que puede dar como resultado la victimización o bullying escolar. Así mismo, Suárez y Menkes (2006), coinciden en que la exposición a la violencia en la familia tiene grandes efectos perjudiciales en el desarrollo de los niños y jóvenes que presencian esta agresión, que van desde lo cognitivo, afectivo e interfiriendo con sus formas de relacionarse con los demás, pueden presentar diversos síntomas, que van desde dolores de cabeza, problemas de sueño y estrés, hasta estados de conducta depresivos y de conducta.

Por su parte, Pinilla (2012) comenta que los factores de riesgo que pueden llevar a un individuo a presentar y ejecutar el bullying son: antecedentes de actos agresivos y sensación de que el entorno es amenazador, historia de amenazas de violencia, historia de conducta antisocial violenta, historia de abusos infantiles, historia de violencia indirecta, historia de presenciar violencia intrafamiliar durante la infancia, lenguaje corporal, crueldad con los animales, iniciar fuegos, historia de consumo de alcohol o drogas ilegales, sintomatología psicótica, conducta suicida, escaso control de los impulsos, disponibilidad o posesión de armas de fuego, intensificación del estrés en poco tiempo, agitación aguda, suspicacia, delirios de persecución, baja tolerancia a la frustración, temor a lo desconocido, patrones de comunicación disfuncionales. Como variables adicionales: edad, género, estrato socioeconómico, nivel educativo del individuo.

En sustento a esto, Joffree (2012) indica las formas más frecuentes de maltrato entre compañeros, documentando que los insultos y los apodos predominan en 40.9% de los casos; las burlas y humillaciones en 16.5%. El daño físico directo a través de empujones, golpes, patadas y otras acciones se encontró en 15.9%; entre las modalidades menos frecuentes de acoso o maltrato hallamos las siguientes: amenazas y chantajes (1.8%), rechazo y aislamiento (4.1%) y generar rumores o hablar mal de alguien (4.7%). Cabe destacar que 15.6% de los participantes encuentran que hay casos de maltrato con dos o más modalidades sobre una misma persona, así mismo se sustenta que el entorno de crecimiento de los individuos tiene una fuerte influencia en la expresión de estas señales

Propósito

De acuerdo con el creciente factor del bullying en el entorno escolar, el propósito de este estudio es analizar de qué forma la interacción dentro del ámbito familiar puede traer consecuencias en las conductas de los adolescentes dentro del entorno escolar.

2. MARCO CONCEPTUAL

Perspectiva

Bullying

Una de las problemáticas más sonadas en la población de niños y jóvenes en los niveles básicos de educación es el acoso escolar o Bullying; este fenómeno fue llamado así por primera vez por Olweus en 1993, la palabra que eligió tiene parecido con “Mobbing” que hace referencia a un grupo de pájaros que ataca a un individuo de otra especie; fue también este personaje quien se aventura en realizar los primero estudios sobre el tema en los años 70´s que surgen a raíz de varios suicidios de adolescentes quienes habían sido víctimas de agresión física y emocional por parte de sus compañeros (Lugones y Ramírez, 2017).

En un primer momento Olweus (1978, citado en Romera, Del Rey y Ortega, 2011) definió al bullying como un acoso reiterado de uno o más estudiantes hacia otros mediante acciones negativas, con el tiempo se ha ido complementando la definición de esta palabra y varios autores convergen en que bullying o acoso escolar hace referencia a una forma de agresión tanto física, como psicológica que es causada por uno o varios individuos de forma reiterada hacia otro u otros jóvenes, frecuentemente en esta situación hay un desequilibrio de poderes entre la víctima y el victimario, siendo este último el de mayor poder (psicológicamente o físicamente) de manera que utiliza este para dominar o mantener el estado frente a su víctima quien en muchos casos no tiene los recursos (psicológicos, sociales o físicos) para defenderse (Baldry, 2003; Smokowski & Holland, 2005; Bowes, et al., 2009; García, Pérez, Espelt, y Nebot, 2013; Tocai & Chipea, 2015 y Mendoza, 2017).

Causas

Las causas del acoso son múltiples por ende pueden estar relacionadas con el ambiente familiar, el social o el lugar donde se vive, de la misma forma puede estar relacionado con el individuo. Uno de los factores más estudiados es el factor familiar se sabe por ejemplo que víctimas y agresores de bullying son sometidos, a un trato extremadamente coercitivo y hostil o están expuestos a contemplar conflictos o violencia adulta, aunque no siempre sean agredidos directamente en el seno familiar (Romera et al., 2011), también se asocia la participación en esta situación con la poca atención que los padres ponen a los hijos, así mismo si el estilo de crianza de estos individuos es muy permisiva o por otro lado muy estricta cualquiera de los dos extremos pone en riesgo de ser partícipe de las situaciones de acoso escolar (Bowes et al., 2009).

Con respecto a los factores sociales se dice que existe la necesidad de establecer jerarquías sociales que están asociadas a la aceptación por parte del grupo de pares y al mismo tiempo con la individualización; desde esta perspectiva, el bullying, surge entorno de la disputa y/o defensa de la posesión de objetos y/o bienes que son considerados valiosos en el contexto (como lo es el estatus social) (Lugones & Ramírez, 2017).

Por otro lado Bowes et al., (2009) nos habla sobre cómo el lugar donde se vive puede ser un factor que intervenga para ser partícipe en el acoso escolar ya que en las localidades donde los individuos se desarrollan se generan en ocasiones interacciones hostiles que brindan a los niños ejemplos de conductas de intimidación que pueden reproducir entre sus compañeros.

En cuanto a los factores individuales se puede hablar de condiciones tanto biológicas como psicológicas, dentro de los primeros se puede tener por ejemplo el sexo, pues se sabe que los que más participación tienen en las prácticas de bullying son la población masculina, otros de las características biológicas pueden ser la edad, las características físicas ya sea por el color, la raza, alguna enfermedad, etc.; en las psicológicas podemos encontrar el autoestima ya sea porque se tiene una baja autoestima o una sobreestimación, la empatía, el éxito académico y muy particularmente la agresividad del sujeto (Smokowski & Holland, 2005).

Tipos y modalidades de bullying

La violencia escolar puede categorizarse en 3 tipos según Castro (2015), el primero de estos tipos es el bullying activo este es cuando el individuo participa de forma directa provocando, humillando, agrediendo o lastimando a otros alumnos, en tanto quien es provocado, humillado, agredido o lastimado sufre de violencia escolar pasiva, y quienes no participan activamente o sufren de forma directa de bullying y solamente lo observan o presencian pertenecen a una tercera categoría llamada testigo de bullying. Los tres tipos de grupos que juegan un papel en el acoso escolar pueden realizar o ser el objetivo de cualquiera de las modalidades de acoso estas pueden ser de tipo verbal, física, social y psicológica.

Verbales: dentro de estas podemos encontrar los insultos, las burlas, las humillaciones, chantaje, gestos obscenos y apodos (cuando es de forma directa), cuando se presenta de forma indirecta se dan los rumores descalificadores o humillaciones y la exclusión y aislamiento del grupo.

Físico: cuando esto se da de forma directa hay empujones, patadas, golpes y agresiones con objetos por otro lado de forma indirecta se presentan las destrucciones de materiales de estudio o pertenencias de la víctima.

Social: con respecto a esta categoría lo que se hace es no dejar participar a la persona en el grupo, no dejar que participe en algunas actividades o simplemente la ignoran, así mismo provocan que todo aquel que esté en contacto con la víctima lleve a cabo las misma actividades.

Psicológicas: dentro de esta categoría se encuentran el provocar miedo por medio de amenazas y también el obligar a la víctima a realizar actos contra su voluntad.

Debe mencionarse que aunque todas estas pueden realizarlas tanto los hombres como las mujeres al momento de ejercerlas se sabe que las mujeres prefieren realizar las de aislamiento social y desprestigio y los hombres las físicas y psicológicas generalmente (Joffre, et al., 2011).

Bullying en la adolescencia

Recompensa del bullying

Los adolescentes hoy en día creen que todas las formas de violencia, y en especial el bullying traen consigo mayores ventajas que desventajas. Gómez, et al. (2005), señalan que la clave en que dichas conductas violentas se mantengan radica en que resultan funcionales para quien las realiza. Si no fuese así tenderían a extinguirse.

Este mismo autor indica que, en las conductas de violencia en los jóvenes la recompensa puede estar en: a) la propia descarga de la tensión (agresividad, ira, etc.), b) la satisfacción de sentirse dominante o con poder sobre la víctima, c) la mejora del autoconcepto y del autoestima a partir de la conformidad de la conducta con la propia escala de valores y de la recompensa social del grupo de pertenencia y/o referencia y, d) la adquisición o mantenimiento de poder y prestigio social en el grupo.

Perfil de agresores

Las personas que practican bullying, presentan niveles más altos en los factores de impulsividad y reactividad; temperamento agresivo e impulsivo; más hiperactividad, conductas disruptivas en las clases y neuroticismo. De igual manera, presentan menor sensibilidad y un nivel intelectual más bajo. Son más asertivos, fácilmente provocables y se encuentran a gusto con las agresiones. Presentan puntuaciones altas en las escalas de psicoticismo; baja autoimagen, menor competencia académica, y peor conducta y aceptación social.

Perfil de las víctimas

Las víctimas, por su parte, se caracterizan por manifestar una tendencia a la huida y falta de asertividad. Son más tímidos, solitarios, tienen un bajo autoconcepto, mayor inseguridad, sensibilidad y cautela; son más introvertidas y con baja autoestima; se perciben como menos competentes que sus compañeros y las chicas, como menos aceptadas socialmente. Son poco equipados para responder a las agresiones de sus compañeros, con menores habilidades sociales y de comunicación. Las víctimas provocativas manifiestan un perfil de conducta hiperreactivo y emocionalmente inestable. Los que son tanto agresores como víctimas manifiestan un perfil más parecido al de los agresores puros.

Repercusiones del bullying

García, et. al. (2013) explican que el bullying puede traer consecuencias como, problemas sociales, emocionales y psicológicos, estas consecuencias son vividas por toda persona que participa en el acoso, tanto víctimas como agresores experimentan secuelas y debe señalarse que pueden repercutir en su vida adulta, de no intervenir a tiempo. En la víctima se puede desarrollar depresión, ansiedad y una ideación suicida y en lo que corresponde al agresor se le relaciona con comportamientos antisociales.

En un estudio transversal realizado en España, se obtuvo que las víctimas, los agresores y las víctimas / agresores eran más propensos a ser varones, e informar estados de ánimo negativos. Los agresores también eran más propensos a consumir sustancias tóxicas y presentar comportamientos antisociales. Las víctimas informaron tener sobrepeso u obesidad. Las víctimas / agresores también fueron más propensos a involucrarse en comportamientos antisociales y tener sobrepeso.

El papel de la escuela

Papanikolaou, Chatzikosma y Kleio (2011) sostiene que la comunidad educativa tiene un conocimiento limitado en la prevención de conductas de acoso, y carecen de la implementación de programas y aplicación de estrategias anti-bullying. Dado que la intimidación se desencadena por una variedad de factores (familia, escuela, programas educativos y relaciones entre iguales) todos los agentes involucrados deben participar en capacitaciones.

Por su parte, García, et al. (2013), recomiendan el uso de programas específicos impartidos en la escuela para la prevención del acoso, que incluyen la capacitación de los estudiantes en las habilidades sociales y emocionales con el fin de crear un efecto positivo y un clima escolar seguro que podría ayudar a reducir la intimidación.

Causas del problema

Violencia

Definición de violencia

La violencia es el uso intencional de la fuerza física, amenazas contra uno mismo, otra persona, un grupo o una comunidad que tiene como consecuencia o es muy probable que tenga como consecuencia un traumatismo, daños psicológicos, problemas de desarrollo o la muerte (OMS, 2002), para ejercerla no es necesario que exista un conflicto previo, puede tratarse de una violencia con un objetivo lúdico, con la que únicamente pretenden los actores divertirse (Gómez, et al., 2005).

La violencia puede ejercerse a través de golpes u otras conductas físicas que hagan daño; por medio de influencia psicológica, aterrorizando o manipulando de forma negativa sus sentimientos, ejercitando o propiciando el aislamiento o el rechazo social de la víctima, o a través de amenazas o insultos directos o conductas verbales dirigidas a terceras personas que comporten acusaciones falsas y/o difamaciones sobre la víctima.

Violencia Familiar

Papel de la familia, un problema social

El reconocimiento de la existencia de violencia dentro de las escuelas ha provocado que se incrementen los estudios acerca de las formas en que esta se manifiesta dentro de los contextos en los que se ven envueltos los niños, un claro ejemplo es la familia, donde se ha hecho énfasis en los estilos de crianza que se presentan y su dinámica funcional (Valdés, Carlos y Torres, 2012)

Según Perea, Calvo y Anguiano (2010) la familia es el principal grupo que determina el desarrollo humano pues su función es de mediador, por lo general las personas transfieres parte de sus experiencias de vida en su familia original a cada uno de los integrantes de su familia de procreación, por ello lo que sucede dentro de ella, es fundamental para poder comprender el carácter, o las conductas agresivas o conflictivas de un niño.

La violencia intrafamiliar se define según Sánchez (2008), como, una respuesta inadecuada a tensiones y conflictos que desbordan la capacidad de respuesta de los individuos y el grupo, por encontrarse éstos en situación grave de limitación psicoemocional, sociocultural y económica. Es así como la violencia en la familia se asume como un fenómeno multicausal, que se detona en una situación determinada donde se encuentran involucrados aspectos emocionales, culturales, sociales o económicos.

La violencia intrafamiliar se ha convertido en uno de los problemas fundamentales de salud pública, tal como lo dice Suárez y Menkes (2006). Este fenómeno es muy poco visible debido a que existen muy pocas denuncias sobre los hechos. Sin embargo aunque ya existen varios movimientos sociales que defienden los derechos de las víctimas, la mayoría de estos movimientos solo se enfocan a la violencia entre los cónyuges, aunque la violencia también se ejerce en los hijos.

Los problemas al interior de las familias independientemente de los miembros que las integran se hacen presentes cotidianamente, es así como los hijos adquieren hábitos, formas de comportamiento en la sociedad, valores y actitudes que conforman sus identidades. La influencia de la familia también puede actuar de manera indirecta cuando genera en los hijos un bajo autoconcepto y un menosprecio por el seguimiento de las normas.

Tipos de violencia

Se considera que existen diversas maneras de ejercer violencia dentro de la familia, Almenares, Louro y Ortiz (1999) mencionan los siguientes.

Violencia física; que es considerada como toda lesión física o corporal que deja huellas o marcas visibles; ésta incluye golpes, bofetadas, empujones, etc.

Violencia psicológica, se refiere al hostigamiento verbal entre los miembros de la familia, consiste en insultos, críticas permanentes, descréditos, humillaciones, silencios, entre otras; esta tiene una capacidad de destrucción con el gesto, la palabra y el acto.

Violencia sexual, se considera como violencia sexual a la imposición de actos de orden sexual por parte de un miembro contra la voluntad de otro. Este tipo de violencia incluye la violación marital.

De igual manera se pueden llegar a expresar otras formas de violencia como el abandono y la negligencia en lo que respecta a los cuidados, tanto físicos como emocionales, la falta de protección, la falta de respuesta a las necesidades de contacto afectivo y estimulación cognitiva, descuido en necesidades básicas como son la alimentación y el vestuario (Almenares, et al., 1999).

¿Mayor agresión a las mujeres?

Dentro de la literatura se han encontrado datos que reflejan que existe una mayor agresión hacia las mujeres, tanto adolescentes como a las cónyuges. Suárez y Menkes (2006), aluden a que algunos de los posibles motivos porque existe mayor maltrato hacia las mujeres es porque sería más difícil maltratar a los varones, debido, a su tamaño y fuerza. También puede llegar a influir la sociedad y la cultura que existe en el país, pues se ve con una mayor aceptación a los hombres envueltos en violencia, y debido a los estereotipos de género el papel de la mujer se presenta como un ser sometido y victimizado, mientras que a los hombres se les asigna un papel de individuos violentos y privilegiado sobre la mujer.

Factores de riesgo de violencia intrafamiliar

Se ha mencionado en la literatura que existen varios factores que propician a la violencia en la familia, algunos de estos factores pueden ser, la situación socioeconómica, antecedentes de consumo de sustancias (alcohol y drogas) y las conductas delictivas en los padres. Sin embargo los estilos de crianza que se presentan dentro del hogar son un gran determinante a la violencia. El estilo de crianza se correlaciona con las competencias sociales del niño y su funcionamiento escolar, que a su vez está relacionado con el comportamiento intimidatorio (Tocai & Chipea, 2015).

Los padres que muestran actitudes de rechazo y descuidan a sus hijos los está influenciando a mostrar un comportamiento agresivo y a expresar una respuesta inapropiada a la frustración, como mecanismo de compensación. Otra evidencia apoya que los jóvenes envueltos en el fenómeno del bullying provienen de familias de estilo autoritario, si se aplican estrategias disciplinarias duras el niño se vuelve contrario y busca un objeto o persona para ejercer su autoridad. Cuando los niños son disciplinados a través de métodos agresivos, internalizan estos métodos y tienen la creencia de que estos son los medios para alcanzar algunos objetivos (Tocai, 2015).

Consecuencias de la Violencia Intrafamiliar en la adolescencia.

Ahmed (2016) menciona que los niños que viven con violencia doméstica sufren un trauma emocional y psicológico por el impacto de vivir en un hogar dominado por la tensión y el miedo. Estos niños verán a su madre, padre y hermanos o demás familiares amenazados, degradados o agredidos física o sexualmente. Escucharán el conflicto y la violencia y verán las secuelas de la violencia, como las lesiones y su respuesta traumática a la violencia. Los niños también pueden ser utilizados y manipulados por el abusador para lastimar a su propia familia.

Por ello, estos niños al crecer conservarán ese trauma, pues a menudo, los impactos conductuales y emocionales de la violencia doméstica y familiar genera para los jóvenes un comportamiento aprendido. Esto significa que pueden crecer para pensar que está bien usar la violencia para obtener lo que quieren y como adultos que está bien que haya violencia en sus relaciones y en los demás entornos de su vida (Ahmed, 2016).

Consecuencias en el ámbito social

Riaño (2003) plantea que la violencia representa un problema predominante y por tanto puede establecer como factor psicosocial que afecta el comportamiento de los miembros de la familia en general, pero sobre todo en aquellos que hasta ahora están en proceso de formación, lo que constituye un problema de graves consecuencias sociales los cuales se perpetúan de generación en generación, afectando de esta manera la calidad de vida de cada uno de los miembros de la familia actual y futura.

Es importante anotar que aquellos que sufren violencia intrafamiliar no son sólo las principales víctimas del bullying o acoso escolar, ya que muchos son los principales implicados como acosadores, y otros como espectadores quienes optan por guardar silencio por temor a las consecuencias que este mismo acoso les puede acarrear; es claro que en estas situaciones las familias son agentes directos en este tipo de problemática, razón que lleva no solo a la necesidad de la detección sino a la sensibilización tanto a jóvenes como a familiares de quienes se ven involucrados en este tipo de conductas.

3. MÉTODO

Pregunta de investigación

¿De qué manera la violencia intrafamiliar puede propiciar la práctica de bullying durante la adolescencia?

Hipótesis de Trabajo

Los adolescentes que se han encontrado en situación de violencia intrafamiliar ejercen el bullying en el ámbito escolar influidos por su vida familiar.

Procedimiento

Factores de incidencia o variables

- Bullying: hace referencia al abuso de poder como una manifestación de violencia moral, psíquica o física de carácter reiterado que se da entre escolares cuando un agresor o grupo de agresores descarga sobre otro (s) que es incapaz de defenderse de forma adecuada.

Dentro de los comportamiento de bullying tenemos agresión físicas (empujones, patadas golpes, agresiones con objetos así como la destrucción de material y pertenencias); conductas que involucran fraude o sustracción de bienes; Agresión verbal (insultos, burlas, humillaciones, chantaje, gestos obscenos, apodos, rumores que provocan exclusión y aislamiento).

-Violencia intrafamiliar, es un acto de poder u omisión intencional, dirigido a dominar, someter, controlar o agredir física, verbal, psicoemocional o sexualmente a cualquier integrante de la familia, dentro o fuera del domicilio familiar y que tenga por efecto causar un daño. Los efectos que esta situación tiene sobre los integrantes de la familia pueden ser variados uno de ellos es el reproducir la agresión en otros contextos.

Selección de la muestra

Se trabajó con 20 alumnos con edades de entre los 14 y 15 años, que están cursando el tercer año de secundaria y que tuvieran un historial previo de violencia en el entorno escolar. Todos ellos provenientes de diferentes escuelas secundarias.

Instrumentos de observación

Para evaluar la variable de violencia intrafamiliar se utilizó la Children’s Exposure to Domestic Violence Scale – CEDVS (Edleson, Johnson & Shin, 2007), que es un instrumento de autoinforme utilizado para medir el grado de exposición a la violencia doméstica y múltiples factores relacionados. La escala está compuesta por 42 ítems divididos en seis subescalas que miden: la exposición a la violencia entre parejas en el entorno familiar (violencia testimonial); la gravedad de la exposición; exposición a la violencia en la comunidad; la participación de niños en situación de violencia entre parejas; factores de riesgo para la exposición a la violencia; otros tipos de victimización. Cada ítem debe ser contestado en una escala de cuatro puntos de tipo “Likert”, “nunca”, “a veces”, “a menudo” y “casi siempre”, donde el puntaje más alto indica mayor probabilidad de exposición a la violencia, riesgos o experiencias de otro tipo de victimización. Además de las 42 cuestiones abordadas, el instrumento contiene nueve preguntas para obtener información demográfica incluyendo género, edad, raza y origen étnico, situación de vida actual, composición familiar y finaliza con una pregunta sobre los hobbies favoritos del niño o adolescente.

Para evaluar la variable del Bullying se utilizó el Cuestionario “Así nos llevamos en la escuela” que evalúa 3 escalas: la de espectador conformada por cuatro dimensiones (físico, social, daño a la propiedad y verbal); la escala de víctima posee cuatro dimensiones: físico, daño a la propiedad, psicológico y tocamientos sexuales, y la escala agresor, integrada por tres dimensiones: físico, daño a la propiedad y psicológico. El instrumento consta de 156 reactivos y algunas preguntas de aspectos sociodemográficos, se aplica de manera grupal y tiene una duración aproximada de 40 minutos Se pide que contesten, en una escala que va desde cero veces-nada de daño hasta 5 o más veces-mucho daño. Los valores que se les asignaron a cada una van del cero al doce, entre más daño mayor valor.

4. RESULTADOS

Obtención de datos

Se utilizaron 2 instrumentos:

Children’s Exposure to Domestic Violence Scale – CEDVS (Edleson, Johnson & Shin, 2007), que es un instrumento de autoinforme utilizado para medir el grado de exposición a la violencia doméstica y múltiples factores relacionados. Dicho instrumento fue seleccionado porque creemos que está bastante completo ya que toca una variable muy importante para nosotros, en este caso: violencia familiar. Los ítems hacen referencia a peleas o discusiones dentro del hogar y la frecuencia en que suceden, así como la frecuencia en que el adolescente es víctima directa o activa de dichas agresiones.

Del instrumento antes mencionado se tuvo que realizar una traducción ya que solamente se encontró en idioma inglés, también cabe mencionar que solo se utilizó la parte 1 sobre observación de violencia en el hogar y la parte 2 sobre la observación de la violencia en la comunidad y sobre si los chicos son víctimas de violencia en la familia que son los aspectos importantes del trabajo.

Cuestionario “Así nos llevamos en la escuela” para evaluar la variable del Bullying. Evalúa 3 escalas: la de espectador, víctima con 4 dimensiones cada una y la escala agresor, integrada por tres dimensiones. En este caso, se adaptó dicho instrumento a modo que fueran menos preguntas en cada escala y los adolescentes pudieran responder de manera objetiva.

Este instrumento se escogió ya que se evalúa el bullying en todas sus modalidades, es decir, tanto de forma física, como psicológica y verbal. Así mismo se utilizan 3 escalas, como espectador, víctima y agresor. Lo cual nos resulta muy complementario para darnos un panorama más amplio del contexto o la situación en la que los adolescentes se desenvuelven, en este caso, dentro de la escuela.

Muestra:

La muestra estuvo compuesta por 20 adolescentes con edad de 14 y 15 años, los cuales se encontraban cursando el tercer año de secundaria. Los participantes se seleccionaron de manera intencional, ya que tenía que cumplir con un requisito: tener un historial previo de violencia en el entorno escolar. Se seleccionaron de diferentes escuelas para facilitar la obtención de ellos. No hubo muchas dificultades en cuanto conseguir a los participantes, ya que las escuelas (directora y/o maestros) auxiliaron para identificar a los adolescentes que podrían ayudarnos.

Nos costó un poco de trabajo conseguir las escuelas donde pudiéramos aplicar los instrumentos, además de acordar en el día en que era más viable aplicarlos. Sin embargo, hubo escuelas donde se mostraron accesibles y estuvieron dispuestas a ayudarnos.

Análisis de datos

Los resultados de ambos instrumentos se revisaron participante por participante. Se englobaron las preguntas o ítems en algunas situaciones y se realizaron tablas para reportar los datos generales. Ahora bien, en la tabla 1, se muestran los porcentajes totales de la muestra ante cada situación. Esta tabla es referente a la situación de violencia familiar.

Tabla 1. Violencia intrafamiliar. Porcentaje total.

Por otro lado se realizó lo mismo con la variable de bullying. En la tabla 2, se puede ver el porcentaje total de los jóvenes adolescentes que han practicado bullying en la escuela y de qué forma lo ha hecho.

Tabla 2. Adolescentes que ejercen Bullying. Porcentajes totales.

De acuerdo con los datos obtenidos, se puede observar que más de la mitad de los adolescentes (70%) han observado violencia ya sea física, sexual, económica o verbal dentro de su hogar, el 30% restante de los chicos encuestados no han visto este tipo de conductas en casa (véase figura 1)

Figura 1. Adolescentes que han observado situación de violencia física, sexual, económica, verbal o de algún otro tipo en casa.

Así mismo en la figura 2 se observa que el mismo porcentaje de chicos que observan la violencia en casa son también víctimas de violencia de tipo física, sexual, económica o verbal dentro de su hogar.

Figura 2. Adolescentes que han sido víctima de violencia.

Por otro lado, más de la mitad de los adolescentes han observado en casa, que los problemas o situaciones que se presenten se han solucionado con violencia (véase figura 3).

Figura 3. Adolescentes que han observado cómo una situación llega a ser solucionada con violencia.

En cuanto a la variable bullying, se encontró que el 75% de los participantes de la investigación han sido partícipes de peleas o conflictos en la escuela de forma frecuente (Véase figura 4).

Figura 4. Quienes participan en peleas en la escuela

Habría que decir también que el 90% de los jóvenes adolescentes ha recurrido a la violencia para darle solución a algún conflicto que se les presenta en el ambiente escolar (Véase figura 5), esto representa más del porcentaje de jóvenes que viven esta situación en casa de los cuales se esperaría reproduzcan esas conductas en otros contextos.

Figura 5. Ha recurrido a la violencia como forma de solucionar conflictos.

Además como podemos observar en la figura 6 la mayoría de los adolescentes utilizan la agresión verbal como su forma preferida de ejercer el bullying para con sus compañeros de la escuela puesto que es el 95% de la muestra la que ha insultado, puesto apodos, etc.

Figura 6. Adolescentes que utilizan la agresión verbal.

Al correlacionar los datos obtenidos en ambos instrumentos, se puede observar que la violencia familiar en todas sus modalidades es una variable que ejerce efecto sobre el bullying que los adolescentes ejercen dentro de las escuelas, ya que un porcentaje mayor a la mitad sufre de dicha violencia y ese mismo porcentaje, incluso más, han practicado la violencia, al hacer todo tipo de burla y comentario ofensivo a sus demás compañeros, así como participar en peleas. Otro aspecto importante es que las conductas violentas que los adolescentes observan en su casa pueden ser aprendidas y de este modo ser replicadas en el ámbito escolar con sus compañeros.

5. DISCUSIÓN

Consideraciones polémicas

Un primer punto que se debe abordar con respecto al trabajo es la selección de la hipótesis de investigación, ya que cada integrante postuló su idea ante las demás, todas tenían puntos interesantes y distintos de investigación, lo que se trató de hacer con respecto a esto fue que con las ideas ya propuestas se armó una nueva hipótesis de investigación tratando de incluir los temas que más le interesaban a cada integrante. Lo mismo sucedió con la pregunta de investigación y los factores de incidencia. En cuanto a la pregunta de investigación, a pesar de que cada integrante la formuló de manera distinta, todas queríamos llegar a un mismo punto, por lo que se diseñó una nueva pregunta, tomando en cuenta todas las ya propuestas y tratando de que quedara bien explicado lo que se iba a investigar. Ahora bien, en los factores de incidencia, cada una tenía sus propias propuestas. En este caso, se dio prioridad a las que para todo el equipo se tornaban como las más importantes, tomando como referencia el marco conceptual y la información ya obtenida previamente. Una vez seleccionadas se describieron.

Por otra parte, al momento de buscar los instrumentos la problemática que se presentó fue encontrar alguno que evaluará la violencia intrafamiliar. A pesar de eso, pudimos rescatar 7 diferentes propuestas en total sobre los instrumentos que se podrían utilizar en la investigación. Para elegir cuáles se iban a utilizar, se discutieron los puntos que cada uno de los instrumentos media y si era idóneo utilizarlo, se analizaron factores como la población a la que iba dirigida y el tiempo de aplicación. Finalmente se decidió utilizar para la variable bullying el instrumento llamado “Así nos llevamos en la escuela” y para la variable violencia familiar la escala “Children’s Exposure to Domestic Violence”, con respecto a este último instrumento hay que señalar que se tradujo del inglés al español y se hicieron las adaptaciones pertinentes a algunas palabras en las preguntas para que tuviera coherencia y los adolescentes pudieran entenderlo.

Diseño de Intervención PsicoEducativa

Propósito de la intervención:

-Trabajar con toda la población que se ve involucrada en el entorno escolar, es decir, maestros, padres de familia y alumnos.

-Proporcionarles a los alumnos herramientas para que aprendan a resolver sus diferencias y puedan convivir de mejor manera.

-Crear conciencia en los alumnos sobre lo que es la violencia y las consecuencias de llevarla a cabo.

-Trabajar con los agresores y las víctimas para detectar la problemática detrás de su comportamiento.

La propuesta para abordar esta problemática en el ámbito escolar es trabajar con los tres principales agentes involucrados en la problemática, alumnos, profesores y padres de familia. Para prevenir y/o erradicar que se siga desarrollando la práctica de bullying dentro de las aulas educativas, se pretende trabajar con todos los niños de la institución. Por otro lado, al estar presente la problemática, se debe trabajar en mayor medida con los alumnos que ejercen bullying así como con las víctimas, implementando talleres llamados “habilidades para la vida”. Dicho taller se trata de un entrenamiento en habilidades psicosociales también llamadas “habilidades para la vida” estas son habilidades que le facilitan a las personas enfrentarse con éxito a las exigencias y desafíos de la vida diaria, dentro de estas habilidades según la OMS se contemplan: Conocimiento de sí mismo, Empatía, Comunicación efectiva, Relaciones interpersonales, Toma de decisiones, Solución de problemas y conflictos, Pensamiento creativo, Pensamiento crítico, manejo se sentimiento y emociones además Manejo de tensiones y el estrés. El fin de la enseñanza de las habilidades para la vida no es dar recetas a las personas para su comportamiento, sino proporcionales las herramientas para una mejor convivencia.

Por otro lado, se busca darles un taller sobre que es la violencia. Esto con el fin de explicarles cuales son los efectos de ejercerla por qué no es una buena opción para resolver los problemas o cualquier diferencia que pudieran llegar a tener con alguna otra persona.

De igual manera, se dará asesoramiento individual con un Psicólogo que esté capacitado para brindar apoyo y orientación a jóvenes que presenten signos de ser víctima o ejercer bullying. Así como de aquellos que han sido víctimas o agresores.

En cuanto a profesores, se debe trabajar con toda la plantilla en general, brindándoles una capacitación pertinente cada seis meses para prepararlos sobre las medidas que deben tomar en caso de que detecten algún tipo de comportamiento violento dentro del aula, así como para que puedan identificar si los jóvenes pueden ser posibles víctimas de violencia intrafamiliar.

Finalmente, en cuanto a los padres de familia se busca involucrarlos en pláticas y talleres donde se expliquen posibles causas, signos y consecuencias del bullying, principalmente con los padres de aquellos chicos que son victimarios y de aquellos que son agresores.

Implicaciones

Como beneficios en esta intervención se encuentran:

Esas herramientas que se pretende proporcionarles a los adolescentes, padres de familia y profesores tienen el propósito de facilitarle a los individuos un comportamiento saludable para con ellos mismo y con los demás individuos. Pues como lo hemos visto, la influencia del contexto con el que se tenga contacto influye en la forma de actuar, sentir y pensar

Los talleres que se impartirán serán dinámicos , lo que facilitara su comprensión.

Se pretende trabajar con los agentes principales involucrados en dicha problemática, lo que hará más fácil erradicar el problema.

Algunas limitaciones son:

Las escuelas pueden no acceder a que los profesores tomen las capacitaciones

La respuesta de los padres de familia puede ser no muy favorable, y por consiguiente pueden negarse a participar en dichos talleres.

Los alumnos pueden tomar los talleres ya antes mencionados como un juego, dejando de lado que es un problema de la vida diaria y al cual se encuentran expuestos día con día. Por lo tanto, puede que no le pongan la debida atención y con el respeto y la seriedad que se debería.

6. CONCLUSIONES

Aportaciones

En México para el 2015 estábamos ubicados en primer lugar internacional de acoso escolar, lo cual resulta alarmante ya que implica que muchos de nuestros niños, niñas y jóvenes son actores de esta situación escolar, otro rasgo importante de mencionar son las implicaciones para la vida de estas personas en especial para los victimarios ya que se ha mencionado que pueden desarrollar comportamiento antisociales en la vida adulta que pueden estar relacionados también con la violencia familiar, una intervención a tiempo puede ayudar a estos chicos y chicas es por ellos que proponemos el desarrollo de habilidades para la vida. Con respecto a nuestra propuesta si bien esto es lo que pretende la SEP con la nueva reforma educativa, también es cierto que muchos de los profesionales y padres de familia no tienen idea de que es lo que deben de aprender y de enseñar con respecto a ellas, así como tampoco tienen idea de cómo hacer cumplir esto, hay que mencionar además que la SEP solo capacita al profesor para entrenar o encaminar al alumno pero también es importante encaminar al profesor y que aprenda de ellas también para aplícalo a su vida, sin embargo la SEP no se toma en cuenta que son habilidades para la vida y no para “la vida académica” por ello es importante incluir en el conocimiento de estas habilidades a los padres de familia, quienes en estos caso también necesitan desarrollarlas para seguirlas fomentando, además esto implicaría a los padres a hacer una reflexión de lo que ellos mismo hacen con su persona, lo que podría ayudar a mejorar la dinámica familiar, no solo esto sino también implicaría a los padres en la escuela ya que muchos de ellos creen que en la escuela se deben de enseñar y desarrollar estas habilidades, cuando realmente es un trabajo en conjunto.

Dicho lo anterior, se puede aclarar que una de las mayores aportaciones que tiene la propuesta de intervención, es que no sólo se va a trabajar con alumnos, sino se verán involucrados los profesores de la institución y así mismo los padres de familia. De igual manera, se busca erradicar con el problema en caso de que ya se encuentre presente, trabajando con agresores y víctimas, sin embargo, también se busca la prevención de la violencia dentro de las aulas, por lo que se busca trabajar con todos los niños (as), independientemente de que nunca hayan sido partícipes.

Colofón

En este trabajo lo que se intentó reflexionar fue el papel que juega la dinámica familiar en especial cuando la dinámica está inmersa en la violencia familiar y cómo esto puede influir en las conductas de bullying que los chicos y chicas manifiestan en su día a día escolar, y es importante saberlo porque esto puede ayudar a muchos de los asistentes a la escuela para mejorar su situación tanto si son víctimas como agresores.

La violencia es sin duda una forma de expresión de algún otro factor, ya que es usada de una forma específica y como consecuencia de algún acto previamente efectuado, lo que ayuda a saber en qué circunstancias se presenta y qué se debe modificar.

Por tanto, resulta de suma importancia leer y revisar a fondo el artículo, pues se trata de un tema que nos concierne a todos y del cual poco se tiene información. No obstante, también se trata de un tema que no es muy solicitado para investigaciones y/o estudios, pues normalmente se trabaja con las víctimas de estos chicos, sin tomar en cuenta las problemáticas que los agresores viven en su vida diaria o porque su comportamiento para con los otros y el cómo tratar de ayudar a esta población que también se encuentra en riesgo por las consecuencias a futuro que puede generarle todo esto. Sin lugar a dudas, la niñez es una población muy vulnerable que muchas veces viven en condiciones no muy óptimas, y como se puede apreciar, en algunos casos está presente la violencia en la familia y las demás personas desconocen del tema, lo que consecuenta que en etapas como la adolescencia haya un repunte, y esto pueda desarrollarse a lo largo de toda la vida.

7. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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