Propósito
El propósito de éste artículo es investigar el autoconcepto, su relación con el desempeño académico y dar a conocer una propuesta original de intervención que pretenda elevar dicho autoconcepto, todo en la misma muestra, niños de 7 años de edad.
Presentación de la problemática
Dentro del rendimiento académico de los niños, intervienen aspectos que lo afectan, ya sea tanto positiva como negativamente. Uno de dichos aspectos es el autoconcepto que, de acuerdo con Parker (2010) y Peralta y Sánchez (s.f.), es la imagen que tiene cada persona de sí misma, la autoimagen y la identidad de cada niño, esto no sólo afecta a nivel social en cuanto al aprovechamiento que tiene el menor en la escuela sino que también lo afecta a nivel psicológico, al sufrir en ocasiones algún tipo de rechazo tanto de profesores, como compañeros y familiares, provocando que este autoconcepto que ellos tienen se vea alterado y que influya de manera significativa en los demás ámbitos de su vida, como por ejemplo el educativo. Con ello se comienza un círculo vicioso, en donde el niño mantiene un autoconcepto bajo de sí mismo y se esfuerza poco por llevar un buen ritmo en la escuela, lo cual hace que le llamen la atención los profesores, quienes en su mayoría juzgan y alimentan el mismo autoconcepto negativo inicial. Este círculo pretende prevenirse elevando el autoconcepto de los niños y enseñándoles a no verse negativamente debido a opiniones externas.
Presentación del problema específico
En la actualidad, como desde tiempos atrás, la percepción que el alumno tiene de sí mismo como de su desempeño, tanto a nivel escolar como personal, ha influido dentro de su rendimiento, lo cual se ve reflejado en sus comportamientos dentro del aula de clases y en sus calificaciones. Por lo que es de gran importancia conocer la relación entre el autoconcepto y el rendimiento académico en niños de 7 años, para poder llegar a estrategias que brinden un apoyo en el incremento de ambos y llegar así a resultados satisfactorios tanto a nivel social como a nivel psicológico. Esto, además de significarles un cambio en el ámbito escolar podrá expandirse a otras áreas de su vida, brindándoles seguridad en sí mismos y una imagen positiva de su persona, evitando que entren en el círculo vicioso mencionado anteriormente.
Perspectiva
La problemática actual respecto al rendimiento académico en los niños es un tema que nos involucra a todos, ya que un buen desempeño escolar no solo es trabajo de los profesores sino que también los padres y las personas allegadas a los niños tienen una función muy importante, pues son los que dan la motivación que los niños necesitan, además de que les sirven como modelos guía. El desarrollo de un buen autoconcepto es un punto muy importante en el desarrollo del niño, dado que le da posibilidades de enfrentar y solucionar problemas de la mejor manera, además de que podrá adquirir habilidades sociales que le permitan relacionarse con los demás.
El autoconcepto ha llegado a definirse como: "conjunto de percepciones que el sujeto desarrolla acerca de sí mismo y que actúan como marco de referencia para controlar y dirigir la conducta" (Nuñez, González-Pumariega y González-Pineda, 1995). Como menciona Sokol (2009), a lo largo del tiempo el niño adopta diferentes características y atributos para la formación de su identidad y por lo mismo va construyendo su propio autoconcepto.
Sin embargo, no sólo existe un tipo de autoconcepto que puede ser abordado, dentro del autoconcepto en general existen otros que son de gran relevancia, Parker (2010) menciona que existen diferentes tipos de autoconcepto, en cuanto al autoconcepto académico, los investigadores encontraron que los niños con pobre autoconcepto académico son propensos a exhibir un bajo rendimiento escolar y viceversa, como resultado de los cambios en los grupos de compañeros, maestros y constructos motivacionales. El autoconcepto social se define como la forma en que se percibe la competencia social de un niño respecto a las interacciones sociales con otros, este es un punto clave para el acercamiento a la resolución de conflictos así como para la estabilidad en el entorno social del aula. En el caso del autoconcepto emocional, este se refiere a la descripción de la ansiedad, molestia, y la depresión de los estudiantes. El autoconcepto físico se refiere a las percepciones que se tienen respecto a la apariencia física y a las habilidades que se van adquiriendo. Este autor realizo un estudio en el que participaron 78 adolescentes de 5to grado de la escuela Windsor. Los datos fueron recogidos mediante la Escala de Autoconcepto Muelles-Harris, el cual pide a los estudiantes responder 'sí' o 'no' a 80 declaraciones simples. Estos datos fueron recogidos en término de tiempo. Es decir, se realizaron tres medidas en total, una en octubre, otra en mayo y otra en octubre del siguiente año. Para el análisis de los datos, el diseño de medidas repetidas permitió el análisis de las diferencias sobre varios puntos de tiempo. Como resultados en cuanto al autoconcepto académico, se encontró variabilidad en cómo los adolescentes jóvenes percibían su competencia académica en los grados intermedios, los datos indican un aumento significativo en la percepción de la inteligencia. En el caso del autoconcepto social, experimentaron cambios negativos en sus conceptos, los datos de este estudio indican percepciones inicialmente positivas de su conducta.
Referente al autoconcepto emocional, los datos reflejan un nivel de ansiedad menor en un inicio, el cual fue en aumento con el paso del tiempo, sin embargo, sus descripciones de felicidad y satisfacción se mantuvieron relativamente constantes y positivas. Por último, en el autoconcepto físico, se pudo observar una disminución significativa a través del tiempo. A manera de conclusión, Parker menciona que el autoconcepto de un individuo es una construcción en general estable, sin embargo, la primera adolescencia representa una etapa de la vida que se caracteriza por un rápido crecimiento, que hace al niño vulnerable al cambio.
Causas del problema
El autoconcepto puede verse afectado, y por ende afectar el rendimiento académico, por la estructura del aula y la escuela, los niños se sienten mejor consigo mismos cuando su escuela ofrece una variedad de maneras para que tengan éxito, sin dejar de lado la importancia que tiene el que los profesores hacen hincapié para elogiar a cada niño por lo que él o ella hace bien. Lingren (1991) menciona que estos aspectos provienen de diferentes contextos en los que se desarrolla el niño, tales como la familia, la escuela y sus amigos. Por lo que, tanto padres como cuidadores primarios y profesores son de suma importancia siendo ejemplos de gran alcance en el desarrollo de los niños.
Asimismo se enfatiza en la importancia del entorno social para que exista un adecuado desarrollo del autoconcepto, por lo que es de vital importancia la responsabilidad de los padres y profesores el otorgarles a los niños un adecuado espacio donde se puedan desarrollar, cuestión que en la actualidad no se ha visto tan reflejada, siendo así que Moreno et al.(2011) consideran que una adecuada interacción dentro de los contextos donde se desenvuelve el niño puede facilitar un desarrollo adecuado en el aspecto físico, afectivo e intelectual que a su vez repercute en que generen una concepción de sí mismos adecuada, además de evaluarse positivamente en cuanto a sus cualidades.
Peralta & Sánchez (s.f.) mencionan que el rendimiento académico determina el autoconcepto, puesto que las experiencias académicas de éxito o fracaso inciden significativamente sobre el autoconcepto y la autoimagen del alumno más de lo que estos pueden influir en el rendimiento.
Por lo anterior, Peralta y Sánchez realizaron una investigación cuyo objetivo era comprobar el grado de asociación entre el autoconcepto académico y el rendimiento académico general. Participaron un total de 245 alumnos de sexto año de educación primaria de alrededor de 11 años. Para medir el autoconcepto se hizo empleo de la escala SDQ de Marsh, Parker y Smith, la cual mide varios tipos de autoconcepto como son el académico (en relación a las materias, en lectura), el no académico (apariencia física, habilidades y relaciones con compañeros) y el autoconcepto total (suma de los autoconceptos anteriores). Para la medición del rendimiento escolar se emplearon las calificaciones asignadas a cada alumno por su tutor, las puntuaciones se adaptaron a una escala de 1 a 5, en donde 1=suspenso, 2=aprobado, 3=bien, 4=notable y 5=sobresaliente. La aplicación de las pruebas se realizó dentro de las mismas aulas y el análisis estadístico fue mediante el paquete informático SPSS 10.0.
Como resultado se encontró que efectivamente el autoconcepto académico mantiene una asociación positiva y significativa con las medidas del rendimiento académico, con coeficientes de correlación muy similares. En cambio, la subescala de autoconcepto no académico no siempre correlaciona significativamente con las medidas de rendimiento académico y, cuando lo hace, es de forma negativa y poco significativa.
Los autores concluyen que la formación del autoconcepto, principalmente el de tipo académico, no es solo tarea del profesor o tutor, sino que en esta construcción intervienen el resto de profesionales que desarrollan su labor dentro de los centros educativos; por lo que se considera necesario dar un tratamiento adecuado y suficiente al autoconcepto, ofreciendo orientaciones metodológicas al profesorado para que sean trabajados a lo largo del proceso educativo, de modo que este tipo de intervención psicoeducativa pueda servir para mejorar el rendimiento académico de los estudiantes y les permita expresar su potencial escolar de la misma manera que el resto de sus compañeros. Debido a que se habló de autoconcepto general formado por el académico y el no académico nos parece que para trabajar mejor este “general” lo mejor es incluir también a los padres de los niños en el momento de intervenir, pues aunque estos resultados no especifican si este influye totalmente en el rendimiento escolar otros trabajos muestran que si lo hace.
Por lo que la hipótesis abordada en este artículo es si el rendimiento académico estará en función del nivel de autoconcepto que presente el alumno, en ésta se tomó en cuenta el promedio de cada niño y el autoconcepto en general. De comprobarse dicha hipótesis se procederá a plantear como puede aumentarse el autoconcepto en los niños que por poseerlo en niveles bajos afecten el mencionado rendimiento académico.
Método
Para la realización de este trabajo, la muestra utilizada fue de 19 niños de segundo año de primaria, de 7 años de edad.
Obtención de datos
El método empleado fue la aplicación del cuestionario de autoconcepto del autor Belén García Torres (2001), el cual consta de 48 afirmaciones relacionadas con seis dimensiones del autoconcepto (ocho afirmaciones por cada dimensión), con cinco opciones de respuesta, en donde, 1 = nunca, 2 = pocas veces, 3 = no sabría decir, 4 = muchas veces, 5 = siempre. Para su calificación se obtiene la puntuación de cada dimensión sumando los puntos obtenidos (en los ítems redactados en forma negativa se invierte la puntuación). La puntuación total se obtiene a partir de la suma de todas las dimensiones. Al momento de la aplicación se les entregó el cuestionario a los niños y la única instrucción que se les dio fue que seleccionaran cuál de las opciones presentadas concordaba con su manera de ser basándose en los reactivos presentados. Se resolvieron algunas dudas respecto a unas pocas palabras que los niños no entendían debido a que no las utilizan cotidianamente. Este imprevisto no afectó a todos los niños ni se presentó en una gran cantidad de reactivos.
Resultados
Como se puede ver en las gráficas, no existe una tendencia sobre alguna categoría de auto concepto abordada en el instrumento que fue aplicado. Por lo que se decidió evaluar en general las seis categorías presentes, de las cuales la más baja en cuanto a frecuencia fue la de auto concepto personal, aunque esto es posiblemente por la estructuras de las afirmaciones, un poco distantes al dialogo coloquial entre los niños.
1. Genero de los participantes
De acuerdo a los resultados obtenidos del autoconcepto en niños que en el total del puntaje obtenido en la dimensión de físico a través del cual se evaluó la aceptación o satisfacción con su propio cuerpo se observó que más de la mitad de los niños tuvo un puntaje leve mientras que solamente el 21% obtuvo un puntaje alto.
Respecto a la evaluación de la dimensión social mediante la cual se pretendía evaluar la percepción del niño se ser aceptado por los demás así como la idea que el tenia respecto de su facilidad para hacer amigos, la mayoría obtuvo un puntaje moderado lo que indicaría que tienen una buena percepción de ser aceptado por sus iguales. Se obtuvo puntajes similares en cuanto a la dimensión familiar ya que del mismo modo se obtuvo un puntaje moderado lo que da cuenta de una satisfacción con la situación familiar que viven.
El puntaje obtenido en la dimensión intelectual se busco hacer una evaluación respecto a sus capacidades intelectuales así como su rendimiento académico los resultados arrojaron que la mayoría obtuvo un puntaje moderado, sin embargo no hubo diferencias significativas en relación a los otros puntajes bajo, leve y alto.
Respecto a la dimensión personal se obtuvo que un mayor número de niños presentaba un puntaje bajo lo que la valoración global que el niño tiene como persona es deficiente. Esto puede estar relacionado con el promedio obtenido por los alumnos debido a que muy pocos obtuvieron un promedio de 10 durante su curso escolar.
Solución del caso
El autoconcepto ha influido en el rendimiento académico en muchas ocasiones por lo que es importante trabajar en él para evitar que haya repercusiones a futuro en el aprendizaje de los niños, ya que, tomando medidas a tiempo se puede llegar a evitar problemas futuros.
Es por esto que la propuesta que se plantea tiene como objetivo que el autoconcepto en los niños sea elevado, para lograrlo se pretende dar pláticas en las cuales se conozca un poco más de cómo se desenvuelven en las diferentes áreas de su vida y de cómo se perciben en ellas. A partir de lo obtenido aquí se elegirá la mejor técnica para proporcionarles información adecuada y actividades que fomenten a los niños a tener una buena percepción de ellos, por ejemplo actividades que involucren el reconocimiento de los demás hacia el niño; además de que comprendan que todos somos diferentes y debemos aceptarnos tal y como somos, también entender que si existe algo que no nos gusta podemos hacer algo para mejorarlo y llegar a resultados favorables.
Aportaciones
Una de las aportaciones que realiza esta propuesta es que el trabajar con el autoconcepto en una edad temprana puede hacer que los efectos en edades posteriores sean mucho más notorios, desenvolviéndose de mejor manera, no solo hablando en cuestión escolar sino en todos los aspectos de la vida del niño. Otra de las aportaciones es que en la actualidad este tema no ha sido de gran relevancia para ser abordado, por lo que el empezarlo a trabajar fomentara que en un futuro se le presté mayor atención, promoviendo el interés por apoyar a los niños para que mejoren el autoconcepto que tienen y así logren un buen desarrollo, tanto escolar como personal.
Discusión
Esta propuesta tiene como beneficio el fomentar el interés por mejorar el autoconcepto en los niños, para que en un futuro sea un tema muy reconocido por maestros y padres de familia para que sepan cómo abordarlo y enfrentarse a él en situaciones diversas con sus hijos. Servirá de apoyo a adultos que estén a cargo de niños para llevar a cabo una adecuada formación de éstos, siendo de gran apoyo para que en futuras generaciones se tome en cuenta el abordarlo y que no sea algo solo del momento sino que tenga bases suficientes que comprueben lo importante y beneficioso que resulta la formación desde un inicio del desarrollo.
Una de las limitaciones que se pueden encontrar en esta propuesta es que las autoridades encargadas de niños no siempre se abren a nuevas intervenciones, ya que, no están dispuestos a modificar un cambio en su estructura escolar.
En la actualidad, uno de las cuestiones escolares más presentadas y menos tomadas en cuenta es el problema en el desempeño académico que tienen los niños en función al nivel de autoconcepto que presentan. Es de gran relevancia prestar atención a dicho problema, abordarlo y poner en práctica estrategias para disminuirlo y/o erradicarlo. Esto no es solo cuestión de profesores y de instituciones escolares sino que también se ven involucrados cuidadores y padres de familia, puesto que como ya se mencionó, son la guía principal para los menores. El que los adultos se involucren en la formación de sus hijos o menores a cargo representa un apoyo tanto social como psicológico para los niños.
Por otro lado, el cómo interpreten los niños los eventos o sucesos que ocurran alrededor suyo también influirá en cómo se vean a sí mismos, además de influir también en la percepción que tengan de si serán capaces de reconocer que hay tanto factores externos e internos que intervienen en sus logros o fracasos, ya que existen niños que adjudiquen sus logros únicamente a situaciones externas a él, como la suerte o la ayuda de otras personas; o niños que consideren que sus logros son por causa suya más que por algo; en ambos casos se posee un autoconcepto escolar bajo, y ambos pueden ser modificados, si se actúa adecuadamente con ellos desde el inicio.
Para futuras investigaciones se propone hacer el mismo estudio pero con un corte longitudinal, utilizando la propuesta de prevención aquí presente e investigando si realmente los cambios son más significativos cuando se trabaja en la infancia que en otras etapas de la vida, como la adolescencia o la adultez temprana. Finalmente, cabe resaltar que aunque no siempre es posible que el psicólogo educativo tenga un papel importante en el desarrollo de los niños, en momentos como estos, donde un autoconcepto positivo y realista de sí mismos son algo primordial a obtener, se debe hacer lo posible para darle a los niños la oportunidad de no limitarse a lo que otros les han dicho de ellos mismos y dejarlos expresarse como son.
El autoconcepto será algo propio e individual de cada persona, pero una ayuda para cómo usarlo a nuestro favor y de cómo cambiarlo a algo más productivo es un asunto colectivo, de comunidad, y que un profesional como el psicólogo simplemente no puede dejar de lado.
Lingren, H. (1991). “Self-Esteem in Children”. Revista Children and family. (Vol. 12, núm. 1, pp. 1-3). p>
Moreno, J.; Ángel, A.; Castañeda, B.; Castelblanco, P.; López, N.; Medina, A. (2011). “Autoestima en un grupo de niños de 8 a 11 años de un colegio público de la ciudad de Bogotá.” Psychologia. Avances de la disciplina, (vol. 5, núm. 2, pp. 155-162)
Nuñez, J. C., González-Pumariega, S. y González-Pineda, J. A (1995) "Autoconcepto en niños con y sin dificultades de aprendizaje". Psicothema. (Vol. 7, núm. 3, pp. 587-604).
Parker, A. (2010). “A Longitudinal Investigation of Young Adolescents, Self-Concepts in the Middle Grades”. Research in Middle Level Education. (Vol. 33, núm. 10, pp. 1-13).
Peralta, F. & Sánchez, M. (s.f.). “Relaciones entre el autoconcepto y el rendimiento académico, en alumnos de Educación Primaria”. Revista Electrónica de Investigación Psicoeducativa y Psicopedagógica. (Vol. 1, núm. 1, pp. 95-120).
Sokol, J. T. (2009). “Identity Development Throughout the Lifetime: An Examination of Eriksonian Theory.” Graduate Journal of Counseling Psychology (Vol. 1 núm. 14 pp. 1-20).