Vol. 7, Núm. 13, 2021
Esly Abigail Hernández Miranda (*) abigail.miranda0499@gmail.com
Karina de la Cruz Hernández (*) hernandezzz.karina@gmail.com
Estudiante de la carrera de psicología de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, UNAM
RESUMEN
La orientación vocacional (OV) es un proceso de apoyo o asesoría para la elección de un futuro profesional. En ocasiones esta puede llegar a ser ineficiente por lo que puede generar confusión respecto a las carreras de preferencia. Con el fin de indagar cuáles son las causas que motivan a los estudiantes a solicitar el cambio de carrera y saber cuál es la influencia que tiene la OV sobre el cambio de carrera universitaria se realizó una encuesta basada en el cuestionario de Yorke (1998) sobre la deserción escolar, a 50 estudiantes de sexo indistinto que ya han realizado uno o varios cambios de carrera a lo largo de su vida académica, en donde se encontró que sólo un 54% recibió OV, mismo porcentaje encontrado al considerar una poca vocación por la carrera elegida siendo tomada en cuenta esta como la principal causa de cambio de profesión, entre otros factores de índole vocacional. Estos resultados permiten concluir que la OV inadecuada genera falsas expectativas influyendo de manera considerable en la elección de cambio de carrera..
Palabras clave: Orientación vocacional, toma de decisiones, cambio de carrera, factores, deserción..
ABSTRACT
Vocational guidance (OV) is considered a support or advisory for the choice of a future professional, which is usually inefficient so it can generate confusion and idealizations regarding the preferred careers. In order to assess the influence that the OV has on the change of university career, a survey was carried out based on the Yorke (1998) questionnaire on dropout, to 50 students of indistinct sex who have made one or more career changes Throughout their academic life, where it was found that only 54% received OV, the same percentage found when considering a little vocation for the chosen career, taking this into account as the main cause of change of profession, among other factors. These results allow us to conclude that the inadequate VO generates false expectations, thus considerably influencing the choice of career change..
Keywords: Vocational guidance, decision making, career change, factors, dropout.
Cómo citar este texto: E. A. y De la Cruz, K. (2021). Causas que influyen en el cambio de carrera profesional. PsicoEducativa: reflexiones y propuestas , 7(13), 34-45.
1. INTRODUCCIÓNProblemática general
Socialmente, una de las áreas de mayor importancia para las personas adultas corresponde al mundo laboral. Debido a que el sistema económico vigente se caracteriza por una alta exigencia de competitividad, la preparación profesional se convierte en una herramienta primordial para poder alcanzar el éxito. No obstante, antes de laborar profesionalmente, es necesario que cada individuo decida qué camino desea tomar (Navarro, 2010).
Por lo general, la elección acerca del futuro laboral se realiza durante los estudios preparatorianos, momento en que los jóvenes tienen que decidir cuál carrera estudiar o a qué se van a dedicar. De acuerdo con Guerra & Quevedo (2007), León & Rodríguez, (2008) y Navarro (2010), ésta decisión no resulta nada fácil a causa de la incidencia que presenta y por las consecuencias que trae consigo, convirtiéndose en un problema social; además de que frecuentemente se realiza con base en criterios irrelevantes, siendo éste uno de los principales factores que inducen a la deserción universitaria (Navarro, 2010).
Cabe mencionar, que dicha dificultad se presenta en diferentes grados, ya que para algunos estudiantes puede ser un proceso que lleven a cabo sin mayor problema debido a que las condiciones en la escuela y la familia les han favorecido, para otros puede ser proceso lento y que superan con ayuda de expertos, mientras que para otros es un momento en el que pueden llegar a experimentar miedo al fracaso, a la decepción propia y a la ajena; sentimientos que se transforman en una fuente de ansiedad y de estrés, asimismo la elección equivocada de una profesión produce infelicidad e incluso puede provocar desajustes en la personalidad. (Guerra & Quevedo, 2007).
Éstos mismos autores mencionan que frecuentemente el adolescente no tiene la suficiente madurez para elegir una profesión, debido a que es una persona de poca experiencia para realizar una elección adecuada, y también a causa de la inestabilidad propia de la edad, considerando que generalmente la decisión se realiza durante la adolescencia, período de transición entre la niñez dependiente a la edad adulta autónoma. Por lo que para el adolescente, elegir la profesión a la que se dedicará por muchos años de su vida, es una decisión que se torna complicada.
Por consiguiente, surge la orientación vocacional, que cumple la función de direccionar convenientemente al educando, para que tenga la posibilidad de descubrir sus actitudes, determinar su vocación y escoger el tipo de trabajo que desarrollará en su vida (De Amorós, 1993).
En el año de 1952 se introdujo la orientación profesional en nuestro país, pero no fue hasta 1972 que la Secretaría de Educación Pública (SEP) implementó el desarrollo de la orientación profesional en las escuelas, contratando a psicólogos, pedagogos, psicopedagogos y a otros profesionales para llevar a cabo la función de orientador (Navarro, 2010).
La orientación profesional ha evolucionado, pasó de ser una simple preparación para ingresar a una profesión a convertirse en un intento por preparar a las personas para desarrollarse plenamente en el ámbito laboral y social. El orientador adquiere la responsabilidad de ubicar en un área específica al estudiante, pero sobre todo de capacitarlo para que maneje eficientemente su mundo interno, el aprendizaje de destrezas, intereses, creencias, valores, hábitos de trabajo y cualidades personales que capacitan a cada persona para crear una vida satisfactoria en un mundo laboral constantemente cambiante. León & Rodríguez (2008), definen a la Orientación Vocacional (O.V.) como un proceso dirigido al conocimiento de diversos aspectos personales, como las capacidades, gustos, intereses, motivaciones personales, en función del contexto familiar y la situación general del medio donde se está inserto, para poder decidir acerca del propio futuro.
Por su parte, Guerra & Quevedo (2007), señalan que la O.V. es un proceso preventivo en el que se trabaja el desarrollo de las potencialidades del estudiante para prepararlos a realizar una elección profesional responsable; sobre la base de un proceso de reflexión de sus posibilidades motivacionales y de las posibilidades que le ofrece el medio en que se desarrolla para el estudio de una profesión.
Navarro 2010, subraya que el orientado no es el que elige, el orientador es el que “descubre” lo que es mejor para el estudiante. Y que frecuentemente los resultados confunden más al orientado a causa de la diversidad y muchas veces del desconocimiento de las opciones. Y que por el gran número de estudiantes que asisten a las preparatorias y el limitado tiempo del que disponen los orientadores, no se logra cubrir adecuadamente las necesidades de cada alumno. Y que para hacer frente a estas limitaciones de tiempo, comúnmente se presenta al grupo de estudiantes las carreras que ofrecen diversas universidades de su entorno. Centrándose en la carrera a estudiar, y no en la actividad profesional a desempeñar en el futuro. Guerra & Quevedo (2007), evidencian que las deficiencias en el trabajo de Orientación Vocacional son en parte por su carácter asistemático, formal, y la utilización solamente de la vía informativa a través de conferencias.
Problemática específica
Como se mencionó anteriormente, decidir el área profesional al que se va a dedicar toda la vida es un proceso complejo, y más aún cuando no se recibe una orientación (Guerra, & Quevedo, 2007). Comúnmente la elección se realiza durante la etapa en que se cursa la preparatoria, no obstante también suele ocurrir en otros momentos, como en el caso de los universitarios que ya han elegido una carrera y la han cursado, pero que se dan cuenta que ésta no corresponde con sus habilidades, ni con sus intereses ni expectativas laborales, y que prefieren desertar de dicha carrera y comenzar a buscar otro camino profesional (Navarro, 2010).
Corominas (2001), subraya que la transición a los estudios superiores debe considerarse en un espacio temporal amplio, ya que es hasta al final del primer año de la universidad que puede valorarse el resultado de la transición. Ésta puede ser favorable, pero también puede no serlo, debido a que el estudiante no se sienta a gusto con sus estudios universitarios que le conduzcan al abandono o al cambio de carrera. Es al final del primer año de universidad cuando se produce un mayor número de cambios o abandonos. Cada vez es mayor el número de jóvenes que llegan al nivel superior, pero apenas un poco más de la mitad permanece más de un semestre o ciclo lectivo. Es de esperar que ocurran abandonos o cambios de carrera, si acuden a las universidades estudiantes poco preparados académicamente, con dificultades económicas, que han hecho una elección poco oportuna.
La deserción universitaria se define como el abandono voluntario o forzado de la carrera en la que el estudiante se matriculó y que se produce cuando el estudiante se retira de la institución sin completar un programa académico. Cuantitativamente el fenómeno se expresa como el número de estudiantes que abandonan la universidad antes de haber obtenido el título correspondiente. No obstante, Vivas (2015), señala que se debería dejar de incluir dentro de los llamados desertores a aquellos que solamente cambian de opinión respecto de su elección, considerándolos más bien como, decepcionados. Tinto, V. sostiene que de los abandonos que se producen, sólo algunos de ellos constituyen realmente la deserción, ya que existen variabilidades. Por lo que es preciso tener en cuenta que, en algunos casos, la deserción es sólo una forma de migrar, de cambiar de carrera.
El cambio de carrera se define como la permuta de una carrera de grado a otra semejante, o de una de grado a una de pregrado, también de una que se dicta en una universidad a otra que ofrece un instituto superior y viceversa. Este proceso puede parecer sencillo desde afuera, pero para el joven realmente no lo es (Vivas, 2015). Por otra parte, en un trabajo de investigación, Núñez, Rivera, & Servellon, 2014 (citado en Vivas, 2015), plantean el cambio de carrera como parte de un procedimiento meramente académico – administrativo, mediante el cual un estudiante universitario realiza este cambio dentro de la misma universidad. Aseguran que muchos jóvenes universitarios luego de transitar su primer o segundo año de estudio presentan dudas en relación a la elección de carrera, siendo el motivo por el cual abandonan y se cambian de carrera. Mientras que Corominas (2001), define el cambio de carrera como aquella situación en la que el alumno sigue manteniéndose en los estudios universitarios aunque por causas de insatisfacción interna o externa o por circunstancias vitales modifica su itinerario de formación trasladándose a otra universidad o bien replantea su proyecto e inicia nuevos estudios o ambas cosas a la vez
Por otro lado, Huesca y Castaño, 2005 (citado en Gaona, Santos & Coronado, 2015), encontraron que la principal causa por la que los alumnos desertan es por una elección vocacional errónea. Y precisan que es relativamente normal que los adolescentes aún no cuenten con un plan académico firme, ya que se encuentran en un período de acoplamiento social y académico que causa incertidumbre.
En un estudio realizado por Mairata, Miró, Montaño, Palou y Sánchez, 2009 (citado en Gaona, et. al, 2015), se encontró que el 52% de los alumnos que abandonaron sus estudios justificaron que fue por motivos vocacionales. En el proyecto realizado por León, Rodríguez, Ortega y González, 2005 (citado en Gaona, et. al, 2015) se evalúo el efecto del Programa de Orientación Vocacional aplicado a estudiantes de nuevo ingreso del Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario N° 1 en el norte de México, a quienes se les ofreció información acerca de las carreras técnicas. Finalizado el programa de orientación vocacional, estos autores señalan que el 18.6% de los alumnos modificaron su elección inicial de carrera. Lo que valida la hipótesis de que a su ingreso, los alumnos no tienen suficiente información para llevar a cabo la elección de carrera, ya que en promedio uno de cada cinco alumnos decide modificar su elección original. Destacando que las carreras que solicitan más cambios, son por parte de los alumnos que estudian alguna ingeniería.
Estos datos llevan a considerar el coste material que supone y la problemática personal que representa. El impacto económico es preocupante, cuando un alumno no completa sus estudios la inversión en formación (con fondos familiares, propios, públicos) resulta menos rentable que cuando sí los completan. También se cuestiona el prestigio de la institución. Pero sobre todo preocupa la problemática personal interna del alumno que experimenta el sentimiento de fracaso y frustración que se genera (Corominas, 2001).
La decisión de cambiar de carrera puede generar frustración y desencanto frente al proyecto académico, logrando que los jóvenes se desvinculen del sistema o permanezcan sin un compromiso que garantice a la institución, la familia y al estado el éxito de ese individuo en la inserción del proceso productivo. La reorientación también se remarca como una labor compleja, porque requiere que los estudiantes sean capaces de analizar sus decisiones para poder reemprender nuevos caminos.
Es fundamental el acompañamiento de los jóvenes que se encuentran ante el desafío de reformular sus proyectos. Donde la principal tarea debe residir en fortalecer sus capacidades, sus competencias laborales, como también propiciar la evaluación de alternativas que les permitan mejorar sus calificaciones para el mundo laboral (Vivas, 2015).
Propósito
Conocer las causas por el cual los estudiantes solicitan el cambio de carrera.
2. MARCO CONCEPTUAL
Perspectiva
Corominas (2001), presenta los siguientes modelos teóricos:
Pascarella & Terenzini (1991) mencionan que los aspectos que refuerzan la persistencia son: la calidad y el prestigio de la institución, la seguridad o incertidumbre en la elección, las becas o ayudas económicas y la residencia.
El Modelo de abandono de los estudios universitarios de Bean (1981, 1983, 1990) introduce el constructo de intención de dejar o persistir en los estudios, como principal predictor. Distingue cuatro tipos de variables: background personal, organización, entorno, y actitudes y resultados. Toma en cuenta los planteamientos de Tinto y Pascarella & Terenzini, pero él agrega parámetros psicológicos que extrae de la teoría del afrontamiento: La integración social y académica surge de las conductas de afrontamiento positivo y asertivo (acercamiento, aproximación) o de afrontamiento negativo o pasivo (evitación, huida) ante las situaciones del entorno académico y social. Distingue la integración académica a corto y a largo plazo, la satisfacción con su realización académica actual y la percepción de su futuro académico, respectivamente.
Este autor identifica diez etapas que suceden en estos estudiantes, distinguiendo tres amplios estadios:
Previa al ingreso: Escasa madurez, percepción poco adecuada del centro de educación superior, e inadecuada orientación académica.
Durante la permanencia en el centro: Situación de shock por el cambio experimentado en el cambio de compañeros y la inadaptación al nuevo sistema educativo, sentimiento de alienación, conductas defensivas y resignación al abandono.
Posterior al abandono: Etapa moratoria de reflexión, exploración, reorganización (a veces vivida con sentimiento de culpabilidad o como humillación personal), etapa de auto reactualización retornando o no a los estudios (se recupera la autoconfianza y se mejora la autoimagen).
Estas etapas significan un proceso de aprendizaje regresivo inducido por la mala adaptación entre el estudiante y la institución.
Vivas (2015), presenta los siguientes modelos teóricos:
Teoría de la Persistencia de Tinto (1975), sostiene que los individuos que tienen o desarrollan la capacidad para demorar las recompensas, para superar los obstáculos y para mantener claras las metas de largo plazo y son constantes en el mantenimiento de los planes establecidos, serán los que con mayor probabilidad finalicen sus estudios superiores. Además, éste mismo autor señala que destacan períodos críticos de las trayectorias académicas de los jóvenes universitarios que tiene gran influencia en el abandono, sobre todo durante el desarrollo de la carrera, momento en que las metas de los sujetos pueden tener modificaciones, al igual que las condiciones de vida y las demandas personales y familiares.
El modelo estructuralista de Luján y Reséndiz, (1981), centra su explicación del fenómeno del abandono en las contradicciones que poseen los diferentes subsistemas político, económico, etc. que conforman la sociedad. La educación superior es vista desde esta perspectiva como reproductora de las condiciones sociales.
El modelo economicista, de Levy-Garboua, (1986); Sinclair y Dale, (2000); Ozga y Sukhmandan, (1998), explica el abandono a partir de la falta de correspondencia entre el tiempo, la energía y los recursos que invierte el alumno, y los beneficios que éste obtiene.
Causas del problema
Vivas (2015), menciona que la crisis vocacional es uno de los motivos principales que desencadenan el abandono de la carrera. Esta crisis se caracteriza por la falta de motivación, desinterés por la carrera elegida, el bajo rendimiento, los temores al momento de rendir y las dificultades en los procesos de adaptación a la vida universitaria. Es un estado de desequilibrio transitorio que dificulta la consolidación de la identidad vocacional ocupacional y por ende el logro del proyecto vocacional. Toda crisis implica transitoriedad, reajuste de una nueva forma de adaptación, incluso graves consecuencias pero también de nuevas oportunidades. Factores que tienen incidencia en dicha crisis: Factores psicológicos y factores sociológicos.
Dentro de los factores Psicológicos destaca la importancia de la personalidad, porque algunos de los rasgos que la caracterizan, pueden actuar como obstaculizadores del sostenimiento de los proyectos vocacionales. La personalidad, es un patrón de pensamientos, sentimientos y conductas característicos que distinguen a las personas entre sí. Se enfatizan los rasgos de personalidad, destacando que la decisión de desertar depende de conductas previas, auto concepto, valores, expectativas de éxito, actitudes sobre la deserción, persistencia y normas subjetivas. Asimismo los factores personales, hacen referencia a los intereses. La relación entre los intereses y la satisfacción laboral puede extrapolarse a la relación entre intereses y el proceso de aprendizaje, por lo que la persona aprenderá con mayor facilidad aquello que le interesa y que corresponda a sus motivaciones.
En cuanto a los factores sociológicos, estos enfatizan la influencia de factores externos al individuo, que se suman a los psicológicos. Por un lado se encuentran los factores sociales, los cuales enfatizan que los fenómenos sociales, culturales, históricos y económicos pueden ser motivos de replanteo vocacional. Entre los principales factores se destaca a la familia, ya que constituye grupo primario de referencia y pertenencia, y que puede actuar de manera positiva o negativa en las elecciones vocacionales. Entre las variables que se pueden tomar en cuenta para analizar este condicionante son el nivel socioeconómico familiar; el nivel educativo de los padres; la percepción valorativa que tiene el grupo familiar acerca de las ocupaciones o profesiones.
Los cambios tecnológicos y socioeconómicos tienen repercusiones desestabilizadoras para los miembros de una sociedad y repercuten en la vida diaria y en el desarrollo de una carrera. Las transformaciones en el mercado de trabajo y la escasez de empleo dificultan la incorporación de los jóvenes al sistema laboral. Esta situación influye en las elecciones de los estudiantes hacia profesiones u ocupaciones que se consideran con mayores posibilidades laborales y mejor retribución económica.
Otro factor, es la desinformación. El desconocimiento de los jóvenes acerca de los requerimientos y condiciones necesarias para la realización de una carrera universitaria.
Las carencias en la formación escolar se combinan con el conjunto de variables contextuales y familiares, generando especial inmadurez para afrontar esta nueva etapa, que se expresa a través de la desconexión emocional, el desinterés, el desgano, el temor, y en muchos casos el total desconocimiento de los verdaderos contenidos de las carreras, así como de las aptitudes específicas que se necesitan para desarrollarlas. Los estudiantes llegan a elegir carreras que saben que no tienen intereses o aptitudes particulares, eligen estudiarlas sin que exista una relativa coherencia entre su fantasía y la realidad. También es evidente la escasa inclinación de los jóvenes hacia las ingenierías y las ciencias exactas, ya que cada vez son menos los jóvenes que están en condiciones de realizar estudios que implican el uso de funciones mentales abstractas, como el lógico- matemático.
Entre los factores económicos, se privilegia la perspectiva de costo beneficio. La deserción se produce cuando se percibe que los posibles beneficios sociales y económicos generados por los estudios son inferiores a los derivados de otras actividades o también cuando el estudiante percibe que tiene escasa capacidad para solventar los costos asociados a los estudios.
En el factor organizacional, destacan las características de las instituciones de Nivel Superior y los servicios que ofrece a los estudiantes. La deserción o la retención dependen de las variables de calidad de la docencia y de las experiencias de los estudiantes en el aula. En el interaccionista, destacan los procesos que se establecen entre el estudiante y el contexto académico (cantidad y calidad de las interacciones).
Por otro lado, Corominas Rovira (2001), plantea la existencia de cuatro constelaciones nucleares de los motivos de abandono o cambio;
- carencias en la calidad de la enseñanza de las instituciones
- déficit en el potencial de aprendizaje del alumno
- dudas que éstos presentan respecto de sus elecciones
- factores que son circunstanciales (financieros, compatibilidad con la ocupación laboral, entre otros).
Otra postura que difiere de las anteriormente expuestas, es la de Coronado; et al (2015), quienes afirman que la deserción o el cambio de carrera no tiene que ver directamente con una cuestión de vocación, ya que aun teniendo una fuerte decisión vocacional, los proyectos pueden naufragar por diversos motivos, siendo en mayor medida contextuales, como las instituciones o proyectos selectos con espacios curriculares o materias que operan como filtro, tratos inadecuados por parte del equipo de docentes, incompatibilidades horarias que dificulta la posibilidad de trabajar mientras se estudia; ingresos con bajos rendimientos; el exceso de trabajo que lo hace incompatible con la tarea de estudiar; las cargas y responsabilidades familiares, la ausencia de apoyo respecto del proyecto académico; las crisis personales y problemas constantes con familiares o pareja; y el manejo inadecuado del estrés.
3. MÉTODO
Pregunta de investigación
¿Cuáles son las causas por las que los estudiantes solicitan el cambio de carrera?
¿Cuál es la relación de la orientación vocacional con los factores que orillan a los estudiantes a cambiar de carrera universitaria?
Hipótesis de Trabajo
- A su ingreso, los alumnos no tienen suficiente información para llevar a cabo la elección de carrera.
- Los estudiantes que no recibieron una buena orientación vocacional son aquellos que con mayor frecuencia realizan un cambio de carrera.
Procedimiento
Factores de incidencia o variables:
- Continuación de estudios cuando no existe una congruencia vocacional.
- Conflicto con seres cercanos por intereses vocacionales.
- Persuasión de seres queridos para estudiar alguna carrera que no es congruente con el perfil de estudiante.
- Persistencia de problemas cognitivos
- Problemas de salud.
- Expectativas no realistas
- Dificultad por ingresar a la carrera de primera elección.
- Existencia de una confusión vocacional.
- Presión social por cumplir los estudios universitarios.
- Presión por satisfacer a padres con la elección.
- Conflictos de intereses vocacionales
- Condiciones económicas desfavorables del estudiante
- Características personales del estudiante (falta de actitud de logro).
- Poco interés por los estudios en general, por la carrera y la institución.
- Características académicas previas.
- Deficiente orientación vocacional recibida antes de ingresar a la licenciatura, que provoca que los alumnos se inscriban en las carreras profesionales, sin sustentar su decisión en una sólida información sobre la misma.
Selección de la muestra
50 estudiantes de licenciatura de sexo indistinto que hayan realizado uno o varios cambios de carrera durante su vida académica.
Instrumentos de observación
Se tomó como base el cuestionario de Yorke (1998). El conjunto de ítems comprende causas o razones de cambio o abandono de carácter objetivo y otras de carácter más subjetivo a partir de la percepción que el estudiante tiene de determinadas situaciones. La estructura conceptual del cuestionario y la redacción de los ítems se presentan a continuación:
- Adaptación o integración académica:
En relación a la elección de estudios (ítems 1 y 15)
En relación a la preparación previa y al esfuerzo personal del estudiante (ítems 5, 14, 16, 26 y 30)
Satisfacción con el servicio ofrecido y Plan de estudios (ítems 4, 6, 22 y 29)
Relación profesores-alumnos (ítems 7, 18 y 27)
Oferta de servicios o recursos (ítems 8, 13 y 25)
- Adaptación e integración social (ítems 11, 23, 24 y 32)
- Limitaciones o circunstancias:
De carácter Logísticas (ítems 3, 17 y 28),
Relativas a otros roles o responsabilidades distintas a los de estudiante. Alternancia trabajo estudio, (ítems 19, 31)
Responsabilidades familiares (ítems 2, 21)
Problemas de salud (ítems 10, 12, 20)
De carácter genérico (ítems 9)
4. RESULTADOS
Obtención de datos
Se tomó como base el cuestionario de Yorke (1998), los ítems abarcan causas y razones de cambio o abandono de carácter objetivo y otros de carácter más subjetivo. La plataforma que se eligió para llevar a cabo el trabajo de campo fue Google formularios, por lo que se adaptaron los ítems a la plataforma para posteriormente difundirlo por redes sociales y personas cercanas que tuvieran conocidos que ya han cambiado de carrera; por lo que el tipo de muestreo fue por conveniencia. Una vez completados los cincuenta cuestionarios se cerró el cuestionario para dejar de recibir respuestas. Finalmente se revisaron y analizaron los datos obtenidos.
Análisis de datos
De los 50 estudiantes que cumplieron el requisito de haberse cambiado de carrera profesional al menos una vez en su trayectoria universitaria; 38 de ellos son de sexo femenino y 12 de sexo masculino, con un rango de edad de 17 a 35 años; siendo de mayor frecuencia los participantes con edad de 21 a 25 años. De los 50 participantes, solamente 4 afirmaron no ser solteros.
La mayoría (34 estudiantes) de ellos señaló que se ha cambiado de carrera solamente una vez, mientras que los que se han cambiado en dos ocasiones son solamente 9 estudiantes, y el resto (7 estudiantes) han cambiado entre tres y cinco veces.
Se les preguntó cuáles son las carreras de las que han cambiado, y los resultados muestran que el mayor número corresponde a los estudiantes que optaron por estudiar alguna ingeniería, entre ellas destacan la ingeniería en metalurgia y materiales; ingeniería en energía y desarrollo sustentable; ingeniería biomédica; ingeniería matemática; ingeniera química industrial; ingeniería biotecnológica e ingeniería en electrónica y comunicaciones. De esta manera es evidente que los estudiantes que participaron en este estudio, han elegido no estudiar una ingeniería al menos dieciocho veces en total, cabe aclarar que este número se desprende del número de participantes y las veces en que se han cambiado de carrera, ya que como se ha mencionado algunos tramitaron su cambio en más de una ocasión.
Otra de las carreras con mayor número de cambios solicitados, es la de Psicología, en donde se registran 10 cambios en total; posteriormente se encuentra la carrera de Administración, Arquitectura, Enfermería y medicina con 6, 5, 4 y 4 cambios respectivamente. Mientras que las demás carreras mencionadas, tienen una frecuencia menor a 3 cambios.
Además de lo anterior, se les preguntó acerca del año en que tomaron la decisión de cambiarse de carrera, los datos muestran que la mayoría de ellos lo hizo entre el primer y segundo año universitario; no dejando de lado, que hubo estudiantes que lo hicieron incluso en el tercer y cuarto año (ver Figura 1).
Figura 1. Año de la carrera en que los participantes decidieron realizar el cambio de carrera.
Es preciso mencionar que se llevó a cabo una escala tipo Likert tomando en cuenta los factores que motivaron a cambiar de carrera universitaria, en donde 1 era el equivalente a estar “Totalmente en desacuerdo” con los enunciados establecidos, 2 a estar “En desacuerdo”, 3 a estar “En acuerdo” y finalmente 4 significó estar “Totalmente de acuerdo”.
Al presentarle a los estudiantes los enunciados, se encontró que casi más de la mitad (80%) consideran que la carrera que estaban estudiando en ese momento no era su vocación, a su vez identificaron esta elección como poco adecuada a los intereses y preferencias que en realidad tenían, mostrando un 42% en acuerdo y un 44% totalmente de acuerdo con esta idea. También se observa un alto contraste en los índices de respuestas respecto a los niveles de exigencia que las carreras demandaban pues un 48% está totalmente en desacuerdo con esto; asimismo un 58% de nuestros participantes señala estar en desacuerdo con que su rendimiento académico (notas bajas) motivó a optar por una nueva carrera.
Aunado a esto, un 44% de los participantes estaban totalmente de acuerdo en que las materias del plan de estudios ofertado por su carrera universitaria resultaron poco motivadoras para ellos. En cuanto a la ausencia de ayuda y soporte personal por parte del profesorado se puede apreciar una ligera preferencia en estar “Totalmente en desacuerdo” con esta propuesta obteniendo un 34%; en contraste con los porcentajes más bajos se puede observar que el 20% está en desacuerdo, un 22% está en acuerdo y un 24% está totalmente de acuerdo con lo anterior mencionado.
Las dificultades de carácter económico, problemas por drogas, alcohol u adicciones y la masificación obtuvieron bajos resultados como motivación para realizar el cambio de carrera, tales como un 8%, un 0% y 2% respectivamente, fueron los datos obtenidos dentro de la escala 4 – “Totalmente de acuerdo”. Al consultar si el poco esfuerzo o compromiso como estudiante fue un factor que incentivó al cambio se encontró que el 44% estaba totalmente en desacuerdo con esta idea, mientras que el 6% considera estar “totalmente de acuerdo” con lo anterior mencionado; mismos resultados en porcentaje que se obtuvieron respecto a las perspectivas ocupacionales escasas que pudieran tener.
De igual modo al preguntar si consideraban poseer pocas habilidades de estudio sólo el 4% estuvo “totalmente de acuerdo” mientras que el 46% coincidía en estar “totalmente en desacuerdo”. A su vez un 70% menciona estar “totalmente en desacuerdo” al considerar las dificultades de desplazamiento como un factor que influyera en el cambio de carrera, lo cual se puede contrastar con el 60% que de igual modo se encuentra totalmente en desacuerdo con la idea de que el lugar en donde se encontraba la universidad no fuera de su agrado. Además un alto porcentaje (66%) asegura estar “totalmente en desacuerdo” respecto a los horarios incompatibles como un factor que impulsó este cambio. Coincidiendo con este tipo de ideas que expresan “total desacuerdo” un 64% considera que sus universidades poseían buenos recursos o equipamientos dentro de ellas. Por otro lado, sólo el 2% de los participantes mencionan no haber aprobado el mínimo de créditos optando de este modo por una nueva carrera universitaria.
Al consultar acerca de la manera poco adecuada de enseñar de algunos profesores un 30% está totalmente en desacuerdo con esto; sin embargo, en las otras escalas se muestran porcentajes altos pues se observa que un 24% está en desacuerdo, un 28% está de acuerdo mientras que el 18% está totalmente de acuerdo.
El sistema de evaluación exigente sólo muestra a un 8% de los estudiantes que están “totalmente de acuerdo” con esto dentro de las carreras inicialmente elegidas. De igual modo se les preguntó si algún cambio de domicilio familiar ocasionó este cambio de carrera a lo que mencionan casi en su totalidad (92%) el no atribuir esto como una causa. Es importante considerar los factores sociales que pudieran presentarse, por lo que un 10% de los estudiantes sí consideran la dificultad para hacer amistades como algo que incrementó su motivación para cambiar de carrera, no obstante, 76% coincide en que esto realmente no afectó.
Dado que algunas de las carreras universitarias requieren de conocimientos base, se les preguntó respecto a su preparación previa, el 10% está “totalmente de acuerdo” en que no estaba preparado adecuadamente al entrar a la carrera; el 20% sólo “está de acuerdo” con lo anterior, mientras que el 24% menciona “estar en desacuerdo” y el 46%, siendo el porcentaje más alto, se muestra “totalmente en desacuerdo”.
Recordando que este estudio tiene por objetivo indagar las causas que llevaron a los estudiantes a cambiar de carrera universitaria, se calculó en cada uno de los ítems el total de las frecuencias “Totalmente de acuerdo” y “De acuerdo” con la finalidad de hacer más visibles los resultados obtenidos, se optó por excluir las valoraciones 1 y 2 de la escala, correspondientes a “Totalmente en desacuerdo” y “En desacuerdo”:
Tomando en cuenta lo anterior y analizando los datos de manera global, se afirma que los estudiantes tuvieron influencia de factores que corresponden a:
- Considerar que esa carrera no era de su vocación,
- La elección de los estudios universitarios que realizaron resultó poco adecuada a sus intereses y preferencias.
- Las asignaturas del Plan de Estudios eran poco motivadoras.
- Los contenidos de las asignaturas no eran lo que esperaban.
Posteriormente, se preguntó a los participantes si en su primera elección de carrera universitaria recibieron orientación vocacional, 27 de ellos contestaron que sí, mientras que el resto negó haber recibido dicho servicio (ver Figura 2). También se preguntó por parte de quién recibió orientación vocacional, a lo que 21 dijeron que había sido una búsqueda individual (Internet, bibliotecas, etc.), 20 por parte de profesores, familiares y/o instituciones, 5 por parte de profesionales de la carrera de su elección y 4 de nadie (ver figura 3).
Figura 2. Muestra el porcentaje de participantes que recibieron y no orientación vocacional.
Figura 3. Muestra el tipo de orientación que recibieron los participantes, antes de realizar su primer elección.
Para realizar un contraste con la nueva carrera de su elección, se les preguntó a los participantes si en este cambio recibieron algún tipo de orientación vocacional lo cual, sorprendentemente mostró que más de la mitad (29 estudiantes) no obtuvo ningún tipo de orientación; mientras que el resto (21 estudiantes) sí la tuvo (ver figura 4). Este tipo de orientación fue en su mayoría de manera individual a través de búsqueda por internet o bibliotecas (26 estudiantes) mediante apoyo por parte de profesores, familia y/o instituciones (10 estudiantes) por parte de profesionales en la carrera (3 estudiantes), y un sólo participante (2%) optó por buscar orientación psicológica mientras que el resto manifiesta no haber recibido ningún tipo de orientación (10 estudiantes).
Figura 4. Muestra el porcentaje de los alumnos que recibieron orientación vocacional al momento de realizar su cambio de carrera.
5. DISCUSIÓN
Consideraciones polémicas
El instrumento que se empleó para fines de esta investigación abarcaba distintos tipos de preguntas, una de ellas estaba dirigida a indagar si en la primera vez que los participantes eligieron carrera universitaria recibieron o no orientación vocacional, y de acuerdo con los resultados obtenidos, se hace evidente que más de la mitad de los participantes contestó que sí recibió orientación vocacional, sin embargo al preguntarles cuál fue el tipo de atención recibida, la mayoría contestó que no recibieron específicamente una orientación de manera profesional, sino que fue mediante plataformas de internet y bibliotecas digitales; y al igual que se observó que algunos eligieron su carrera basándose en información obtenida mediante profesores y/o instituciones por parte de convenios en la escuela preparatoria a la que pertenecían.
Lo anterior mencionado, en contraste con la nueva elección de carrera por parte de los participantes se les preguntó si en este cambio recibieron algún tipo de orientación vocacional lo cual sorprendentemente mostró que más de la mitad no recibió ningún tipo de orientación vocacional; mientras que el resto contestó que sí la tuvo, no obstante volvió a ser de manera individual a través de búsqueda por internet o bibliotecas y solamente un participante optó por buscar orientación psicológica mientras que el resto manifiesta no haber recibido ningún tipo de orientación vocacional.
De esta manera se hace evidente la necesidad de orientación vocacional de manera formal, tanto en alumnos que ingresan por primera vez a la universidad como en aquellos que están pensando en cambiar de carrera.
Diseño de Intervención PsicoEducativa
Tomando en cuenta las respuestas de los participantes, se propone diseñar y realizar una plataforma digital que esté al alcance de los jóvenes, ya que con base en las respuestas obtenidas, ellos comúnmente suelen recurrir a fuentes de internet para recabar diferentes tipos de información sobre su elección universitaria.
Inicialmente se diseñará y desarrollará una plataforma digital dirigida a los estudiantes que están a punto de realizar una elección de carrera por primera vez, en donde se recopile la información necesaria y de fuentes confiables, preferentemente que éstas sean sin fines de lucro, es decir, evitar que los estudiantes adquieran información de páginas de escuelas privadas que tienen por objetivo convencer a los estudiantes de ingresar a la escuela que están promocionando, en la mayoría de los casos por universidades privadas, que dan prioridad a las carreras que ofrecen. La plataforma deberá estar diseñada por personas que cuenten con conocimientos suficientes del tema, empleando fuentes de información confiables.
Adicionalmente se propone dirigir un apartado dentro de la plataforma que esté destinado a los alumnos en proceso de cambio de carrera, ésta tendrá contenido específico hacia ellos debido a que pueden presentar distintas necesidades de información tanto académicas como emocionales, no obstante la primera plataforma también les será una herramienta bastante útil.
La plataforma dará la facilidad de contactar con profesionales de diferentes carreras e incluso de ser posible, de las distintas universidades que ofertan determinada carrera; en este apartado el especialista en la materia podrá brindar asesoría personalizada vía online, con previa cita; al igual que se colocará una sección de foro y de chat en donde se discutan y aclaren temas de interés relacionados con la elección de carrera.
De manera que una vez diseñadas las plataformas se censará a los visitantes de la plataforma, para obtener datos acerca de sus preferencias académicas que tienen inicialmente, con el objetivo de indagar cuáles son las carreras de mayor interés, de esta forma se les entregará un formato que deberán llenar de manera digital, en donde se incluirá la investigación que se les indica realizar en la misma plataforma acerca de las carreras de su preferencia. En dicho formato el estudiante deberá investigar cuáles son los perfiles del alumno (ingreso y egreso), así como el campo laboral y el plan de estudios de las carreras de su preferencia. Cabe señalar que el censo se realizará con la finalidad de invitar al profesional de cada una de las carreras de mayor interés por los visitantes a la plataforma, para aclarar dudas y conocer de primera mano la experiencia adquirida en la carrera.
Dentro de la misma plataforma se podrá encontrar enlaces o contenido que se dirija a otros aspectos no académicos, tales como la importancia de tomar decisiones informadas, de autoconocimiento, proyecto de vida y de habilidades e intereses personales.
De manera adicional, se añadirá un apartado en la plataforma en el que los estudiantes puedan contactar con algún psicólogo especialista en orientación vocacional que les brinde asesoría individual vía online, con previa cita.
Implicaciones
Se esperaría que el diseño de la plataforma dé buenos resultados, debido a que es una opción de fácil acceso, tomando en cuenta el tiempo y el espacio que requiere, ya que no obliga al estudiante a depender de la información que le brinden o no en su institución, además de que no tiene que ir personalmente con un profesional, omitiendo por completo tiempo de traslado que le implicaría. A su vez, ofrece gran facilidad de contacto profesional con psicólogos y profesionistas de distintas áreas, por lo que puede tener gran impacto en la toma de decisiones de los estudiantes respecto a la carrera que elegirán, y reducir considerablemente los cambios de carrera e incluso la deserción universitaria. Es importante considerar los factores socioeconómicos que conlleva el desarrollar esta plataforma así como el medio de difusión de la misma; es por esto por lo que como alternativa se propone desarrollar una página de Facebook que sea capaz de cumplir con las mismas funciones, en donde se podrá tener un contacto directo con los profesionales de la posible carrera a elegir.
No obstante, se precisa que a pesar de ser una herramienta digital conlleva gran trabajo y coordinación interdisciplinaria por parte de los profesionales involucrados, al igual que de los mismos estudiantes, ya que se trata de una opción que implica autogestión y disciplina por no dejar la investigación inconclusa.
6. CONCLUSIONES
Aportaciones
Si bien la orientación vocacional es un paso indispensable en la vida de todos aquellos que desean impulsar su vida profesional, no siempre existen las herramientas o el apoyo adecuado para solventar de manera eficiente los conocimientos necesarios que logren ayudar a los estudiantes en esta importante decisión. Como se puede observar, muy poca población tiene el mejor acceso a una buena orientación vocacional lo que permite identificar esto como una causa considerable de deserción en las universidades pues la incorrecta adquisición de información de las carreras de elección trayendo esto como consecuencia principalmente la contrariedad de lo que esperaban de la licenciatura a la que ingresaron; a su vez esto se complementa con aquellos factores poco considerados al momento de recibir orientación vocacional como lo son los planes de estudio, los perfiles de egreso (campo laboral) y la exigencia de las mismas.
Con base en lo anterior se puede entender que la orientación vocacional es un factor necesario para la elección de un futuro profesional, sin embargo no es una situación que se deba de tomar de manera pasiva pues es una acción que los estudiantes actualmente están realizando y esto ha incrementado los niveles de deserción a consecuencia de una mala información.
Permitirá a los alumnos obtener información confiable de sus carreras de interés así como ampliar el panorama de conocimiento, a través de los profesionales y de este modo disminuir los índices de cambio de carrera a consecuencia de una mala orientación vocacional.
Colofón
Se considera que actualmente es inevitable no hacer uso de los medios digitales; tal como se observó en la investigación los jóvenes prefieren obtener la información que requieren, navegando por internet. Por ello es imprescindible adaptarnos a tales cambios con el fin de mejorar las estrategias que son de beneficio para los estudiantes.
Por último, precisamos que respecto al tema de orientación vocacional no se debe dejar de lado los fenómenos que surgen posteriormente, cuando ya se ha ingresado a la universidad, esto es, el fenómeno del cambio de carrera que pueden experimentar algunos estudiantes, ya que dicha situación, indica que algo en las raíces de las elecciones de carrera tomadas por los jóvenes no se están dando de manera óptima, he ahí una posible solución a estos cambios de carrera universitaria.
7. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Corominas, E. (2001). La Transición a los estudios universitarios: abandono o cambio en el primer año en la universidad. Revista de Investigación Educativa, 19, 127-151.
Coronado, M. y Gómez, B. (2015). Orientación, Tutorías y Educación Superior. 1° Edición. Editorial Noveduc. acompañamiento en Buenos Aires.
De Amorós, E. (1993). La elección de carrera: una decisión de gran trascendencia. Educación, 2(3), 5-13.
Di Doménico, C. y Vilanova, A. (2000). Vocational guidance: origin, evolution and current state. Orientación y Sociedad, 2, 47-58.
Gaona, L., Santos, A. y Coronado, E. (2015). La selección de la carrera como segunda opción de ingreso y la orientación vocacional. ANFEI Digital, (3).
Guerra, R. & Quevedo, G. (2007). La elección profesional: Momento de particular importancia para el desarrollo personal. Psicología para América Latina, (11), 0-0.
León, M. & Rodríguez, M., (2008). El efecto de la orientación vocacional en la elección de carrera. Revista Mexicana de Orientación Educativa, 5(13), 10-16.
Navarro, M. T. F. (2010). La orientación profesional para elegir fundamentadamente una ocupación: Propuesta alternativa. Revista Mexicana de Psicología, 27(2), 237-246.