PsicoEducativa: reflexiones y propuestas

Vol. 5, Núm. 10, 2019


El servicio social como lugar de iniciación a la práctica profesional

Erendira Clarisa Montiel Miranda (*) ereclari@gmail.com

Estudiante de la carrera de psicología de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, UNAM

RESUMEN

En el presente trabajo, se abordan las implicaciones que tiene, para los estudiantes de Psicología, insertarse al campo laboral, así como las competencias que debe tener para desenvolverse de una forma adecuada en el mismo. Se subraya la importancia de la formación universitaria como vía para adquirir y desarrollar conocimientos teóricos, metodológicos, así como habilidades y actitudes que le permitan al estudiante realizar una adecuada práctica primero, en el servicio social y, posteriormente, en el campo laboral; teniendo y desarrollando siempre, una identidad profesional. Es por ello que cobran relevancia los contenidos y dinámicas que desarrolla el docente responsable de formar a sus estudiantes en el aula y en la práctica, como lo es el servicio social.

Palabras clave: aprendiz, servicio social, docente, formación universitaria.

ABSTRACT

In this paper, the implications of labor insertion for psychology students are mentioned, as well as the competencies that they must have in order to function adequately in it. The importance of university education as a way to acquire and develop theoretical and methodological knowledge, as well as skills and attitudes that allow the student to perform an adequate practice in social service and, subsequently, in the labor field, is underlined; having and always developing, a professional identity. Therefore, the contents and dynamics developed by the teacher responsible for training their students in the classroom and in practice, such as social service, become relevant.

Keywords: apprentice, social service, teacher, university education.

Cómo citar este texto: Montiel, E. C. (2019). El servicio social como lugar de iniciación a la práctica profesional PsicoEducativa: reflexiones y propuestas , 5(10), 44-50.

1. INTRODUCCIÓN Y MARCO CONCEPTUAL

Actualmente, para el estudiante de Psicología existe una gran posibilidad de insertarse al mercado laboral, derivada de un desempeño en instituciones educativas, clínicas, centros de rehabilitación, entre otros. Sin embargo, existen una serie de problemas relacionados con su labor, los cuales tienen que ver con su formación, ya que no llegan a satisfacer las demandas del campo laboral (Cabrera, Hickman y Mares como se cita en García y Amador, 2016).

Es por esto que la formación académica no puede centrarse únicamente en la transmisión del conocimiento, sino que también debe enfocarse en el desarrollo de competencias y/o cualidades científicas y profesionales (Peiró como se cita en Cabrera, Hickman y Mares, 2010).

Desde hace unos años, ha aumentado el interés en las cualidades de los psicólogos para ejercer exitosamente su profesión y en la forma de adquirirlas. Se reconoce cada vez más, que un acuerdo acerca de la definición de esas cualidades, es esencial para evaluar y mejorar los actuales programas de formación y, así mismo, para desarrollar un sistema compartido de reconocimiento de la calidad en la práctica profesional del psicólogo (Roe, 2003).

Por esto, los psicólogos deben atravesar por diversas experiencias para enriquecer su formación como profesionistas, por lo que los profesores de las asignaturas aplicadas reciben una gran responsabilidad que implica proporcionar a los jóvenes la posibilidad de desarrollar las suficientes competencias con las que podrán desenvolverse en el mundo profesional; éstas las integran conocimientos, habilidades y actitudes (Roe como se cita en Bravo, Vaquero y Valadez, 2012).

Siguiendo con el autor, los conocimientos tienen que ver con la formación e información teórica y metodológica; las habilidades incluyen la comunicación oral y escrita, observación y escucha, uso de programas de cómputo, aplicación de métodos estadísticos y análisis de problemas, principalmente; respecto a las actitudes, se refiere a la responsabilidad, respeto, tolerancia, precisión, integridad, autocrítica, entre otras.

En esta línea, Rodríguez y Seda (2013), mencionan que es de gran importancia, a nivel superior, confrontar al aprendiz a problemas reales propios de la profesión, esto es, en la práctica; ya que, de esta forma, es más probable que desarrolle competencias acordes a demandas reales de la carrera, pues no es lo mismo desarrollar habilidades en el aula que en la práctica.

Es así como el servicio social se configura como una opción para desarrollar competencias profesionales en los estudiantes. Respecto a esto, Rosete, Felícitas y Agamenón (2003), refieren que el servicio social es un eslabón necesario en la educación universitaria que permite la transición al campo laboral, lo que ayuda a la construcción y aplicación de los conocimientos, habilidades y sobre todo los valores que, aunque se construyen de forma individual, se consideran de carácter social.

Así mismo, y siguiendo con estos autores, se enuncian ciertas características importantes que dan cuenta de lo mencionado anteriormente:

• El servicio social debe ser un medio para contribuir a la formación integral del alumno, fortalecer sus conocimientos, desarrollar sus habilidades y destrezas y retribuir a la sociedad su conocimiento.

• Contribuye a que los estudiantes fortalezcan sus conocimientos profesionales, cultiven y desarrollen la calidad humana.

• Las actividades de servicio social comunitario requieren de una actitud, convicción, vocación y ética profesional para mejorar su desarrollo. Por lo anterior, la preparación ética deberá ser parte de la preparación de los prestadores de servicio previa a su participación en el servicio social.

• El servicio social no debe ser sólo un requisito legal, sino la convicción de un verdadero servicio. El servicio social comunitario, debe ser un modelo integrador que contemple, por un lado, las necesidades comunitarias y sociales sentidas, y por otro, un trabajo multidisciplinario planificado, que propicie la colaboración en la solución de los problemas, fomentando, el desarrollo de actividades en beneficio de la colectividad, para el mejoramiento de los estratos sociales de menos recursos.

• Los estudiantes en servicio social deben contar con una conciencia social, actitud crítica y de responsabilidad, sin descuidar la calidad de la formación y el conjunto de conocimientos y habilidades que son necesarias para cada profesión.

Siguiendo esta línea, Saucedo (2003), menciona que la intervención como parte del servicio social en un contexto educativo, puede ser un espacio en el que el alumno aprenda a identificar y a analizar demandas sociales, así mismo generar estrategias de intervención según la población con la que trabaje. Esto resulta de gran relevancia, ya que, además de desarrollar competencias que les permitan una vinculación con el campo laboral, las instituciones educativas no cuentan con el personal para tratar ese tipo de aspectos.

De igual forma, existen algunas características que definen o distinguen a la intervención educativa como el hecho de que las actividades que se realizan no están organizadas o reguladas por las propias instituciones educativas en las que se realiza el trabajo. Es decir, en las escuelas los directivos identifican las problemáticas que se deben atender, en relación al servicio de psicología, sin embargo, generalmente no se dispone del tiempo, del personal, ni del lugar para atenderlos, por lo que se recurre a profesionales de instituciones externas (Saucedo, 2003).

La intervención que se demanda por parte de las instituciones educativas, tiene que ver con la promoción del desarrollo de sus estudiantes. Por ejemplo, algunas de las cuestiones que se abordan son la atención a factores de riesgo, formación de hábitos, procesos de enseñanza-aprendizaje, orientación sexual, vocacional, proyecto de vida, etc.

Con base en lo anterior, el objetivo del presente trabajo fue analizar la práctica de una docente en la materia Psicología Aplicada Laboratorio VII.

2. MÉTODO

Procedimiento

El primer contacto que se llevó a cabo con la experta (docente) en la Facultad de Estudios Superiores Iztacala. Se le planteó a la participante el objetivo del trabajo, dando paso a la negociación, en la cual se establecieron los horarios, el lugar y los días en los que se llevarían a cabo los encuentros. De esta forma, se acordó que la observadora asistiría los días lunes y miércoles, en un salón de la FES Iztacala, a partir de las 8:00 de la mañana. Es importante mencionar que el término de la sesión lo establecía la observadora por cuestiones externas a la práctica.

Las sesiones se centraron en observar la forma en la que la experta preparaba teóricamente a sus alumnos para que, posteriormente, realizaran un trabajo práctico, el cual consistiría en acudir a una secundaria e impartir talleres a estudiantes, según las necesidades de la escuela, así como brindar acompañamiento psicológico. Ese trabajo conformaría el servicio social.

Como se mencionó anteriormente, las observaciones se realizaban en un aula de la FES Iztacala; además de la experta, se encontraban presentes sus alumnos, siendo éstos 33. Generalmente, la clase comenzaba a las 8:10 am, hora en que la experta tomaba lista a sus alumnos. Posteriormente, comenzaba a dar una introducción acerca del tema que verían ese día o bien, retroalimentando actividades y/o tareas realizadas por los asistentes.

Acto seguido, indicaba a un equipo expositor comenzar con su presentación acerca de algún artículo, el cual todo el grupo tenía que leer. A lo largo de las exposiciones, la experta hacía intervenciones para ejemplificar algún punto importante del artículo; estas intervenciones consistían en realizar preguntas al azar a sus alumnos, comentarios sobre otros textos relacionados con el tópico y el planteamiento de situaciones comunes de la vida real.

De las seis clases observadas en el aula, cinco tuvieron la dinámica antes descrita. La última clase que se llevó a cabo antes de la inserción en las secundarias, se centró en el diseño de los talleres que se presentarían en las mismas. Esta sesión consistió en una introducción por parte de la experta; al finalizar, se conformaron cinco equipos, los cuales tenían que elegir una temática a elaborar.

Cabe destacar, que antes de que la aprendiz comenzara las observaciones, el grupo, junto con la experta, eligieron una serie de tópicos en los cuales se centrarían los talleres que se presentarían en las secundarias. Las temáticas eran las siguientes: “cortes en el cuerpo”, “sexting”, “acoso y violencia escolar”, “no a las relaciones sexuales antes de los 18” y “educación sexual-respetuosa en adolescentes varones”. Estos temas se eligieron de acuerdo a las problemáticas más frecuentes que reportan los directivos de las escuelas.

Por otro lado, la organización de la inserción en las secundarias fue la siguiente: los 33 alumnos se distribuyeron en cuatro escuelas diferentes; sin embargo, las observaciones se llevaron a cabo en la secundaria “Presidente Ruiz Cortines”, en la que 9 alumnos de la profesora, se insertaron. El horario de la práctica era de 8:00 de la mañana a 1:00 de la tarde.

Cada alumno trabajaba de manera individual y se le asignaba un determinado número de casos, según la demanda. Es importante mencionar que la trabajadora social llevaba el registro de estudiantes que habían solicitado el servicio; esta lista la entregaba a la representante del grupo de psicólogos aprendices y ésta lo consultaba con la experta para asignar los casos. Hasta la última observación que se realizó, a cada uno de los alumnos se les asignó 10 casos.

Los estudiantes de la experta atendían todos sus casos una vez a la semana, con una duración de 30-40 minutos con cada uno, aproximadamente. Mientras que el otro día de clase, se dedicaban a recibir asesoramiento por parte de la profesora.

3. ANÁLISIS Y DISCUSIÓN

El análisis del presente trabajo se basa en la información obtenida mediante las observaciones durante el trabajo de campo. Para una mayor comprensión, la información se presenta por categorías, la cuales son: 1) introducciones; 2) intervenciones; y 3) asesoramiento.

INTRODUCCIONES

De manera general, en la presente categoría se abordarán algunos puntos importantes que la experta retomó al momento de iniciar sus clases.

De acuerdo al plan de la carrera de Psicología, el objetivo general de la materia Psicología Aplicada Laboratorio VII, es que los alumnos adquieran conocimientos y herramientas teóricas, epistemológicas, metodológicas y técnicas que les permitan incidir en la solución de problemáticas psicológicas en el ámbito social. Este objetivo generalmente está dirigido a un ámbito en específico, el cual tendrá que ver directamente con el profesor que imparte la materia.

En el caso de la experta, se observa que, a lo largo de las clases, intenta cumplir con ese objetivo. En primer lugar, dota de una serie de lecturas a sus alumnos, referentes a distintas problemáticas que se presentan con mayor frecuencia en los estudiantes de las secundarias. Así mismo, en estas lecturas, los aprendices pueden identificar técnicas de intervención, algunas causas relacionadas con los problemas que revisan, etc.

En segundo lugar, generalmente al inicio de la clase, da una introducción al grupo acerca del tema que revisarán en esa sesión. Ésta tiene que ver con presentar un panorama general del tema, mención de algunos autores, ejemplos de la vida cotidiana, reflexiones, etc.

Por otro lado, se hace un énfasis, tanto en las actividades que se realizan como en el discurso, en la importancia de reflexionar/analizar sobre lo que se está haciendo o se va a hacer, en este caso, los aprendices en las secundarias, específicamente. En una sesión les mencionó que, al momento de estar trabajando en las secundarias, constantemente tenían que pensar y/o reflexionar sobre lo que iban haciendo con su usuario, la forma en la que trabajaban con él, las técnicas que emplearon, etc. ya que, si no lo hacen, la intervención se convertiría en un acto repetitivo, sin creatividad, sin estar llevando la teoría a la práctica.

Saucedo (2003), menciona que en la intervención se debe de llevar un proceso de reflexión, de esta forma, todas las actividades que se realicen tienen que estar sustentadas teóricamente, y posteriormente, ser analizadas basándose en la perspectiva teórica utilizada. De no ser así, existe la posibilidad de que la intervención tenga un carácter únicamente técnico, sin una vinculación del proceder analítico.

De esta manera, les enfatizó la importancia de desarrollar una identidad profesional al momento de insertarse en la secundaria, ya que no pueden decir que son estudiantes de psicología, en los hechos sí lo son, sin embargo, en la intervención son aprendices de psicología.

Al respecto, Dubar (como se citó en Ramírez, Flores, Levallée y Bontempo, 2015) menciona que la identidad profesional se forma a lo largo de un proceso personal y social, en donde el estudiante comienza a adquirir ciertas características que lo hacen ver y ser un profesionista. Así mismo, sus creencias y conocimientos se basan, principalmente, en la literatura o materiales, profesores y expertos, como lo es en este caso.

Esto se muestra con la perspectiva que la experta les dio a los aprendices que tienen los padres de familia con ellos. Por ejemplo, los padres que atienden dependiendo de los problemas que tengan, suelen tener reticencias con ellos al momento de trabajar, sobre todo los padres de donde la problemática tiene que ver con violencia sexual.

La mayoría de los padres ya sea que se trate de bajo rendimiento de su hijo, indisciplina, incluso padres que golpean a sus hijos, padres que están en proceso de divorcio, todos ellos se abren a la experiencia de estar trabajando con ellos porque ellos necesitan quién les ayude con sus hijos, ellos saben que el hijo se puede encontrar en una dificultad, que va a ser bueno que les escuchen, y que ellos harán un gran trabajo.

Por otro lado, en cuanto a las actividades que iban a realizar los aprendices en la secundaria, la experta llevó a cabo una dinámica de pregunta-respuesta en la clase. Por ejemplo, comenzó diciendo que ellos iban a solicitar el celular del padre; en el caso de que el alumno les dijera que no se sabían el número, ellos lo tenían que solicitar en la escuela. En todas las ocasiones se los dan porque todos los expedientes de los alumnos tienen el celular.

Después de eso tenían que citar al padre de familia; le preguntó a uno de sus alumnos por qué era importante citar al padre de familia, éste respondió que para hacer la entrevista. Ella preguntó al grupo por qué esa entrevista les iba a servir, un alumno respondió que, con base en esa entrevista, podrían saber cuál era la problemática. La experta comentó que iban a completar la información con lo que les dijera el padre de familia.

Díaz (como se citó en Rodríguez y Seda, 2013), menciona que es importante propiciar un adecuado trabajo en las prácticas formativas ya que se asigna al estudiante un papel cercano a lo que será su vida laboral. Así mismo, Labarrere (como se citó en Rodríguez y Seda, 2013) afirma que “es posible profesionalizar de forma temprana diseñando contextos de formación flexibles en los que, de manera creciente, el alumno adquiera mayor autonomía en su proceso de formación profesional”.

INTERVENCIONES

En la presente categoría se abordan algunas de las intervenciones hechas por la experta a lo largo de su clase.

Saucedo (2003), menciona que la mayor parte de las intervenciones educativas responden a ciertas demandas planteadas en las escuelas por parte de los directivos y profesores, principalmente, para promover un adecuado desarrollo en los estudiantes. De esta forma, estas demandas tienen que ver con los procesos de enseñanza-aprendizaje, formación de hábitos y conocimientos, atención a factores de riesgo, atención a la inclusión social, orientación sexual y calidad de vida en general, así como proyectos de vida personales y orientación vocacional, entre otros.

Debido a eso, la mayoría de los artículos expuestos en clase, así como las intervenciones por parte de la experta y las actividades organizadas y dirigidas por la misma, están enfocadas en ese tipo de solicitudes. El abordaje de estas demandas no sólo tiene que ver con peticiones por parte de los directivos de las secundarias, así como de la literatura y estadísticas referentes a los adolescentes, sino también está adjudicada a la experiencia de la experta. Ya que ésta lleva más de 10 años trabajando y haciendo investigación en este campo. Así pues, cada año identifica las problemáticas más importantes y demandantes tanto por parte de los profesores, como de los alumnos.

Es así como sus clases están enfocadas a conocer y a analizar por parte de los aprendices, ese tipo de demandas. De esta forma es que cada clase se expone un tema diferente, en donde la profesora hace una serie de intervenciones a lo largo de la clase para dar cuenta de la forma en la que sus aprendices deben abordar las problemáticas al momento de intervenir con los estudiantes de las secundarias.

Un ejemplo de esto, es cuando se abordó el tema de autolesiones o cortes en el cuerpo; en donde la experta mencionaba a sus alumnos que algunos adolescentes se llegan a autolesionarse una vez, pero no porque tenga algún conflicto en realidad, sino por “acompañar” a algún amigo que sí lo realiza con frecuencia. Entonces, hay profesores que piden que se atiendan este tipo de casos, sin embargo, los aprendices deben saber identificar cuándo es necesaria la atención. En ese tipo de casos, a pesar de la demanda, no se puede, ni se debe, construir un problema.

Es así como los expertos encargados de materias aplicadas, tienen que centrar la formación teórica no sólo en un ejercicio de conocimiento de contenidos abstractos, sino que también, deben enfocarse en que los alumnos aprendan cómo dirigir esa formación hacia la intervención. De igual forma, se tiene que hacer una planeación de estrategias de intervención en las materias aplicadas y/o de servicio social, como en este caso, manteniendo un vínculo entre el análisis teórico-metodológico y la práctica (Saucedo, s/f).

Así mismo, en este tipo de contextos, es pertinente tomar en cuenta, en general y como en todos los ámbitos, los códigos éticos de los planteles a los que se acude, así como los de la misma profesión del psicólogo: calidad científica, respeto a la dignidad humana, conservación del ambiente, respeto a la dignidad personal y profesional de los psicólogos, confidencialidad, Sociedad Mexicana de Psicología (como se citó en Saucedo, 2003). De igual forma, la atención a problemas personales que los aprendices tienen, el desarrollo de posturas de confidencialidad y la elaboración de reportes serios, se incluyen también en las actitudes éticas por parte de los aprendices.

Por otro lado, durante una clase, la experta les enfatizó a sus alumnos la importancia de tener en cuenta el contexto de época, al momento de identificar un problema o estar interviniendo con los estudiantes de las secundarias, ya que todos somos sujetos de época. Es así como tienen que tomar en cuenta que la identidad es colectiva, social, nunca es aislada, relacional, contextual y de época.

De acuerdo a Saucedo (s/f), en este aspecto, se tienen que considerar todas las actividades en las que están implicadas las personas, las formas en que co-construyen contextos de participación, las vivencias subjetivas e intersubjetivas que les permiten compartir significados y creencias en relación a las actividades en las que se desenvuelven, las emociones que dotan de un sentido a las acciones y a las relaciones sociales, así como las identidades que se negocian.

De esta forma, se tiene una idea más clara de los contextos socioculturales de las personas, en este caso, de los estudiantes, lo que permitirá a los aprendices conocer cómo se construyen los problemas que refieren. De igual forma, podrán identificar a las personas que están implicadas en la construcción de los mismos, los efectos cambiantes de los mismos problemas, pero en especial, les permitirá identificar las soluciones más convenientes teniendo en cuenta siempre, el contexto de práctica social.

ASESORAMIENTO

De manera general, se abordarán las situaciones en las que la experta asesoraba el trabajo de sus alumnos.

En la secundaria, cada uno de los alumnos de la experta, tenían asignados 10 casos, aproximadamente. Así mismo, levaban a cabo la dinámica planteada al inicio de las clases, en la que tenían que realizar una serie de entrevistas, tanto con los alumnos como con los padres de familia, para que así supieran en qué intervenir. La experta sólo iba un día a la semana para supervisar el trabajo que realizaban, así mismo aclaraba dudas y retroalimentaba a cada uno.

Al respecto, Rodríguez y Seda (2013), mencionan que un punto importante para la adecuada participación de los aprendices en un contexto de práctica profesional, es el papel que desempeña el experto, siendo así que son necesarias las explicaciones claras que les puedan brindar, las soluciones que puedan dar, la retroalimentación, así como una constante supervisión

De esta forma, la experta les pedía a los aprendices que le contaran lo que habían estado trabajando con sus usuarios, así como los avances. Principalmente, las dudas que tenían. Un ejemplo de esto es cuando una aprendiz le comentó que había estado entrevistando a una alumna que al parecer había solicitado el servicio por abuso sexual, pero comentaba que, durante la entrevista, la estudiante sólo lo comentó una vez, que ya tenía mucho tiempo que había pasado eso.

Después comentó que tenía problemas con su familia, en la escuela, con su novio y con sus amigas; e mencionó que tenía muchos problemas y después la psicóloga quiso retomar lo del abuso sexual, pero la alumna ya no lo volvió a mencionar. Así que su duda era si ella tenía que mencionarlo nuevamente en algún momento cuando trabajara con ella o si tenía que enfocarse en otros problemas. Le mencionó a la experta que con esa alumna hicieron una lista de los problemas que tenía, entonces quería saber si tenía que trabajar con eso o con el abuso sexual. La profesora le dijo que se enfocara en esos temas, pero que a la par trabajara autoestima y defensa personal.

4. CONCLUSIONES

Retomando el objetivo del presente trabajo, el cual fue analizar la práctica de una docente en la materia Psicología Aplicada Laboratorio VII, se concluye, en primera instancia que, como docente-experta encargada de una práctica de servicio social, se deben tener en cuenta varios aspectos que a continuación se enuncian.

Principalmente éticos, tomando en cuenta también la bibliografía revisada, tanto por parte del docente como de los alumnos, en ambos escenarios, el salón de clases y la práctica en la secundaria.

Es importante tener una estructura definida en ambas situaciones, ya que, de no ser así, no se estaría realizando una adecuada práctica, pues intervienen dos aspectos centrales: la formación de los aprendices, y la intervención con los estudiantes de la secundaria.

Se cree que esta estructura debe ser coherente, en aspectos teórico-metodológicos, que le permitan al aprendiz dirigirse de esa forma al momento de intervenir, ya que de esa manera también será congruente con lo revisado a lo largo de las clases y con la teoría misma.

Este tipo de discurso comúnmente viene de los mismos docentes, resultando diferente en este caso, ya que la experta ligeramente lo cambia en el aula, para, posteriormente en la práctica, dirigirse por una sola perspectiva teórica, aparentemente.

Es aquí donde pareciera que la experta, en varias ocasiones, se dirige por su experiencia en el ámbito, lo cual llega a confirmar en su discurso, y, sin demeritarlo, sería importante retomar ese aspecto, en el sentido de qué tan conveniente o apropiado sería dirigirse por la mera experiencia o, en su caso, juntarla con lo ya establecido teóricamente, algo que no se menciona en sus textos o se identifica en su discurso.

Así mismo, habría que reparar en el aprendiz, ya que estaría haciendo algo distinto a lo abordado o desarrollado a lo largo de su formación, pero que podría, aun así, permitirle desarrollar las habilidades necesarias para desenvolverse adecuadamente en el campo laboral, siendo el servicio social, el primer acercamiento.

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